Roma y Pekín se acercan aún más

papa Francisco con la Curia en los ejercicios espirituales de Adviento 2016 dirigidos por el P. Raniero Cantalamessa

La Santa Sede y China consensúan los nombramientos de tres obispos, mientras avanzan en las negociaciones

papa Francisco con peregrinos chinos en el Vaticano en una audiencia en octubre 2016

Audiencia con peregrinos chinos en San Pedro

Roma y Pekín se acercan aún más [extracto]

ANTONIO PELAYO (ROMA) | Los últimos acontecimientos en Italia –el aplastante ‘no’ de los ciudadanos al proyecto gubernamental de reforma constitucional y la consecuente dimisión del presidente del Consejo, Matteo Renzi– han sido seguidos en el Vaticano con extrema atención y no sin cierta preocupación. Pero las reacciones se han sujetado a la consigna absoluta de no injerencia en asuntos externos.

Un indicio del juicio de la Santa Sede sobre lo sucedido oltretevere (al otro lado del Tíber) lo encontramos en la información que en su edición del 5-6 de diciembre ofrecía L’Osservatore Romano en primera página. “El referéndum y la campaña que lo ha precedido –escribía el órgano oficioso de la Santa Sede– han confirmado las peculiaridades de un país dividido en el que lo único que le une es una desconfianza recíproca que se traduce en un estancamiento poco fecundo tanto sobre la acción del Gobierno como del proceso de reforma del Estado. Lo ha demostrado esta última tentativa de cambio constitucional, aprobada en el Parlamento pero no compartida por una mayoría capaz de evitar el referéndum confirmativo y, por lo tanto, obligada a una consulta popular cuyos porcentajes de voto grosso modo reflejan el consenso del que actualmente gozan las fuerzas políticas. Si, pues, los caminos para salir de esta última crisis aparecen marcados, el terreno sin embargo parece más bien impracticable”.

Como se verá, está dicho todo lo que hay que decir, pero “sin acritud”; es el estilo de la diplomacia vaticana.

El Episcopado italiano, por su parte, ha observado durante la larga y durísima campaña del referéndum una cierta abstención muy diferente de la que se produjo en ocasiones similares, cuando su presidente era el cardenal Camillo Ruini. Su sucesor en dicho cargo, el cardenal Angelo Bagnasco, arzobispo de Génova, se ha limitado a afirmar: “Ahora es el momento de una gran responsabilidad a todos los niveles. Busquemos caminar juntos”. Entre los dirigentes laicales de relieve, destaca el presidente de la Acción Católica, Matteo Truffelli, quien ha asegurado que “es necesario volver a coser el país, ayudarle a reencontrar la unidad, unir todas las energías, todas las ideas, aunque sean diversas. Para volver a aprender a proyectar juntos, para tener una idea de país”.

Este llamamiento a la unidad nacional frente a los grandes problemas del momento es muy frecuente en las alocuciones de Francisco. Lo hemos encontrado, sin ir más lejos, en el saludo que dirigió a un grupo de políticos franceses que recientemente viajaron a Roma acompañados por el arzobispo de Lyon, el cardenal Philippe Barbarin. “Está en juego –les dijo– un auténtico debate sobre los valores y las orientaciones reconocidos como comunes a todos. En este debate, los cristianos están llamados a participar con los creyentes de todas las religiones y todos los hombres de buena voluntad, incluso no creyentes, en orden a promover el crecimiento de un mundo mejor”.

“En este sentido –añadió–, la búsqueda del bien común que os anima os ha de conducir a escuchar con particular atención a todas las personas que están en condiciones precarias, sin olvidar a los emigrantes que han huido de sus países a causa de la guerra, de la miseria, de la violencia”.

papa Francisco con la Curia en los ejercicios espirituales de Adviento 2016 dirigidos por el P. Raniero Cantalamessa

Ejercicios espirituales de Adviento para la Curia, dirigidos por el P. Cantalamessa

“Modelos económicos más inclusivos y justos”

Esta misma semana, el Santo Padre recibía en el Vaticano a los participantes en un foro organizado por las revistas norteamericanas Fortune y Time. Eran varios centenares de influyentes empresarios llegados sobre todo de Estados Unidos para discutir el tema El desafío del siglo XXI: crear un nuevo pacto social. Francisco no podía dejar pasar una ocasión tan propicia y un auditorio tan cualificado como para no invitarles a crear “modelos económicos más inclusivos y justos”.

“Nuestro mundo –les advirtió– está marcado por una gran inquietud. La desigualdad entre los pueblos continúa creciendo y muchas comunidades se ven golpeadas directamente por la guerra y la pobreza o por la salida forzada de emigrantes y refugiados. La gente quiere hacer oír su propia voz y expresar sus propias preocupaciones y miedos. Quiere dar su legítima contribución a las comunidades locales y a la sociedad entera, y beneficiarse de los recursos y del desarrollo con demasiada frecuencia reservados a unos pocos”.

“Nuestro gran desafío consiste en responder –recalcó– a los niveles globales de injusticia promoviendo un sentido de responsabilidad local, es más, personal. De modo que nadie sea excluido de la participación social. (…) La renovación, la purificación y el reforzamiento de sólidos modelos económicos depende de nuestra personal conversión y generosidad hacia los necesitados”.

Importantes ordenaciones en China

En referencia a la actualidad mundial, parece evidente que algo se está moviendo en el complejo ámbito de las relaciones entre China y la Santa Sede: dos obispos han sido ordenados para las diócesis de Chengdu y Ankang, respectivamente, Tang Yuange y Wang Xiaoxum, y se anuncia una tercera en Xichang. En los tres casos, las ordenaciones han sido autorizadas por la Santa Sede y consentidas por las autoridades de Pekín.

Estas buenas noticias se producen mientras siguen en curso –algunas fuentes diplomáticas hablan incluso de una aceleración– las negociaciones entre las autoridades chinas y el Vaticano orientadas al restablecimiento de normales relaciones diplomáticas. Los viajes de sendas delegaciones entre la antigua capital del celeste Imperio y el centro de la cristiandad prosiguen normalmente (la última ha tenido lugar a mediados de noviembre) sin que trascienda gran cosa sobre los temas tratados y las dificultades que obstaculizan el acuerdo que ambas partes afirman desear.

En todo caso, estas ordenaciones episcopales tienen una importancia mayor, puesto que se han celebrado en un período de tiempo muy cercano a la IX Conferencia de los Representantes Católicos. En el pasado, las reuniones de esta máxima instancia de la política religiosa de Pekín en relación con la Iglesia católica dieron origen a desagradables incidentes. Los órganos informativos vaticanos no abren boca al respecto, exactamente igual que las fuentes del Gobierno de Xi. Pero, para los expertos en estos temas, es una buena señal, signo de que las cosas avanzan, aunque sea lentamente.

54ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

Por otro lado, el mensaje que ha enviado Bergoglio con ocasión de la 54ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones hay que leerlo con la perspectiva del Sínodo de los Obispos que se ocupará del discernimiento vocacional en los jóvenes en 2018. “Muchas veces –afirma el Papa– sucede que, también con la mejor intención, se acaba cediendo a un cierto afán de poder, de proselitismo o al fanatismo intolerante. Sin embargo, el Evangelio nos invita a rechazar la idolatría del éxito y del poder, la preocupación excesiva por las estructuras y una cierta ansia que responde más a un espíritu de conquista que de servicio”.

Publicado en el número 3.015 de Vida Nueva. Ver sumario

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