El 64% de los consultados por ‘VN’ están de acuerdo con que las mujeres accedan a este ministerio
RUBÉN CRUZ | El diaconado sigue siendo una novedad en la Iglesia. 38 años han pasado desde la primera ordenación en España. Y hoy son 411. El diaconado está más de actualidad que nunca por la posibilidad de que la mujer pueda ser ordenada. En agosto, el Vaticano informó de la creación de una mesa de estudio, que se reunió por vez primera el pasado 25 de noviembre. En el XXXI Encuentro Nacional del Diaconado Permanente, que se celebró en Madrid del 3 al 6 de diciembre, Vida Nueva ha preguntado a los diáconos sobre ellas. El 64% está de acuerdo con el acceso de la mujer.
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Bajo el lema El diácono, servidor en una Iglesia en comunión, compartieron sus experiencias y desafíos con una premisa clara: “Si no hay comunión, no hay servicio pleno”. Así lo manifestaron ante los obispos asistentes –el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; el obispo de Alicante, Jesús Murgui, y el obispo de Tenerife y presidente del Comité Nacional del Diaconado Permanente, Bernardo Álvarez–. Unas palabras alabadas por Murgui: “Es muy sabio que lo hayáis expresado con la palabra comunión, porque esa herida afecta al fondo”.
“Un problema de clericalismo”
Con el objeto de conocer más a estos “servidores”, esta revista reúne a un veterano, Aurelio Ortín (73 años), y a un novato, Alejandro Abrante (40 años). Hay debate, pero pocas diferencias. Aunque a ambos les separan tres décadas, comparten la misma visión sobre su ser y hacer en la Iglesia. Incluso sobre las diaconisas. “En la Iglesia antigua está documentada la existencia de diaconisas, pero como sacramento ha estado siempre confiado a varones”, comenta Ortín. “La mujer sirve mucho mejor en la Iglesia que los hombres –añade–, pero desde el punto de vista sacramental, la historia es la que es. No obstante, no lo veo mal”.
Por su parte, Abrante señala que “en la Iglesia tenemos un problema de clericalismo. Hay que romper con esto, porque el laico, hombre o mujer, tiene un papel importantísimo. Así, “no tengo ningún problema en que la mujer sea diácono, siempre que no se las vea como miembros inferiores, donde el hombre es superior porque puede escalar, pero la mujer se queda ahí”.
Los diáconos hablan
- ¿Estaría de acuerdo con el acceso de la mujer al diaconado? 64% Sí – 30,5% No – 5,5% nsnc.
- ¿Ha sentido que su labor es un “parche” ante la falta de vocaciones sacerdotales? 47% Nunca – 39% A veces – 11% En ocasiones – 3% Siempre.
- ¿Cree que su vida familiar se ha enriquecido o resentido desde que es diácono? 89% Enriquecido – 5,5% Resentido – 5,5% nsnc.
- ¿Considera suficiente la formación recibida para la misión que realiza? 72% Sí – 28% No.
Publicado en el número 3.015 de Vida Nueva. Ver sumario
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