Descanse en paz, Peter-Hans Kolvenbach

imagen de la revista Vida Nueva n 551 1966 con Pedro Arrupe, recién elegido prepósito general de la Compañía de Jesús

“¿Cómo actuaría el santo de Loyola en las periferias actuales?”

imagen de la revista Vida Nueva n 551 1966 con Pedro Arrupe, recién elegido prepósito general de la Compañía de Jesús

Pedro Arrupe, recién elegido prepósito general de la Compañía de Jesús, en las páginas de Vida Nueva en 1966

JESÚS SÁNCHEZ CAMACHO, periodista | Ha fallecido Peter-Hans Kolvenbach, el general de la Compañía de Jesús de 1983 a 2008. Se le recordará no solo por atemperar los ánimos entre el Vaticano y la Compañía, sino por renunciar cuando gozaba de un buen estado de salud. Años más tarde, haría lo mismo Benedicto XVI.

Alejado del ruido mediático y trabajando humildemente como bibliotecario adjunto en la Universidad de San José de Beirut, ha vivido sus últimos días viendo cómo la Compañía daba un paso más en su 36ª Congregación General.

Probablemente, su mente haya viajado cinco décadas atrás, cuando como neopresbítero fue testigo de la nueva etapa de la Compañía, al ser elegido general Pedro Arrupe en la 31ª Congregación. Al clausurarse, el 3 de diciembre de 1966 (VN, nº 551), José Luis Martín Descalzo publicaba una columna en la portada mostrando su “enorme admiración hacia los jesuitas”, basada en la diversidad, la libertad y en su espíritu conciliar.

El nuevo prepósito general, Arturo Marcelino Sosa, no tiene el reto de mitigar las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Francisco está pavimentando una Iglesia del siglo XXI en plena sintonía con el trabajo que viene haciendo la Compañía en los últimos decenios.

Parafraseando a Sosa, el futuro de los jesuitas pasa por ver desde “los ojos de los pobres”. Un discernimiento que implica una pregunta en el examen diario: ¿cómo actuaría el santo de Loyola en las periferias actuales?

Publicado en el número 3.014 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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