Editorial

La misericordia se ensancha en el perdón del aborto

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EDITORIAL VIDA NUEVA | Se han cerrado las puertas santas del Año Jubilar, pero la misericordia no se clausura. Más bien, se ensancha de la mano de la carta Misericordia et misera firmada por el Papa que amplía el permiso para que todos los sacerdotes puedan absolver el pecado del aborto.

Esta medida no hace sino confirmar que el perdón, como signo del amor de Dios, se materializa en el discerminiento y el acompañamiento personal que realizan los sacerdotes que conocen de primera mano la realidad del pecador que abre su corazón para compartir el sufrimiento y arrepentimiento que carga consigo.

Permitir a aquel que conoce a fondo la realidad vital del otro no hace sino identificar la reconciliación divina con la escena del encuentro entre Jesús y la adúltera sin restar gravedad al hecho, quebrantar doctrina o cuestionar principio moral alguno.

Esta mirada del sacramento del perdón como encuentro visibiliza a un Dios hecho hombre que abraza en un tú a tú ante uno de los episodios más dolorosos que una mujer puede atravesar, revelando el rostro misericordioso del Padre que se conmueve por todos y cada uno de sus hijos e hijas pródigos. Más allá de cualquier jubileo puntual.

Publicado en el número 3.013 de Vida Nueva. Ver sumario

 


ESPECIAL FINAL DEL JUBILEO DE LA MISERICORDIA: