Ahora mandan ellas

cinco religiosas superioras generales provinciales o responsables de congregaciones religiosas en

Cinco religiosas comparten su visión sobre el liderazgo de la mujer en la Iglesia hoy

cinco religiosas superioras generales provinciales o responsables de congregaciones religiosas en

De izq. a dcha., Yolanda García, Elena Carrera, Pilar Samanes, Eva Mª Martínez Yunta y Teresa de Jesús Rubio

RUBÉN CRUZ | El Papa tiene debilidad por ellas. Por algo será… Una de las señas del papado de Francisco está siendo la promoción de la mujer. Ya no ocupan los últimos puestos, también alguno de los de arriba, los de responsabilidad. El caso de Mariña Ríos, presidenta de CONFER, es uno de esos donde los últimos se convierten en los primeros para volver a ayudar a los últimos. Su elección ha sido un soplo de aire fresco para la vida religiosa en España… y para la Iglesia. ¿Qué supone que una mujer ocupe por primera vez la presidencia de CONFER? ¿El liderazgo –ellas prefieren llamarlo servicio– femenino es patente ya en la Iglesia? Cinco religiosas dialogan con Vida Nueva sobre ellas mismas, sobre su papel aquí y ahora.

“Estamos ante un momento muy importante. Somos una asamblea mayoritariamente de mujeres que ejercemos un liderazgo/servicio en la Iglesia y es muy oportuno que una de nosotras capitanee la vida religiosa”, explica Elena Carrera, consejera general delegada en España de Nuestra Señora de la Compasión. No obstante, “no creo que sea un momento de marcar diferencias entre hombres y mujeres, sino de ver cómo juntos podemos servir. Todos en comunión”, añade.

El momento es ahora, pero a muchas les hubiera gustado que fuera antes. “Ya tenía que haber llegado el momento en el que una mujer acompañara este camino intercongregacional mixto”, indica Pilar Samanes, provincial de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. ¿Y qué tienen ellas que aportar? “Lucidez, cercanía, corazón, delicadeza, cuidado… El liderazgo de la mujer no es ni más ni menos, es diferente. Y en este momento lo necesitamos en la Iglesia”, apunta.

Yolanda García, superiora general de las Misioneras Franciscanas de los Suburbios, valora como una “alegría” y una “bendición” la elección de Mariña. “La mujer siempre ha estado ahí –continúa–. Somos como la melodía de la canción. Hemos estado más atentos a la letra, pero siempre ha habido unas notas que han acompañado, que han apoyado ese contenido que los hombres han puesto tanto en la sociedad como en la Iglesia a lo largo de la historia”.

“Me alegra la elección de Mariña porque la presencia de una presidenta puede aportar a los religiosos lo más genuino de la mujer, una visión femenina, desde ese cuidado, ese generar vida y desarrollarla allá donde esté, tan común en nosotras”, señala Eva María Martínez Yunta, superiora general de las Esclavas Carmelitas de la Sagrada Familia.

Por otro lado, Teresa de Jesús Rubio, provincial de León de las Hijas de María Auxiliadora, recalca que la elección de Mariña supone “una presencia activa que da voz y que pensamos que hará más presente a la vida religiosa femenina en CONFER”. “Esa presencia complementaria –añade– puede dar también una presencia profética en este mundo en el que la mujer necesita ser reconocida en su complementariedad con el hombre”.

Publicado en el número 3.013 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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