XXIII Asamblea General de CONFER 2016: religiosos y obispos, adiós a las trincheras

XXIII Asamblea de CONFER 2016 noviembre

La “comunión” empapa las principales intervenciones de la cita de la Vida Religiosa española

XXIII Asamblea de CONFER 2016 noviembre

Vicente Jiménez, el nuncio Fratini y Luis Ángel de las Heras, entre los participantes de una de las mesas de la XXIII Asamblea de CONFER

XXIII Asamblea General de CONFER 2016: religiosos y obispos, adiós a las trincheras [extracto]

RUBÉN CRUZ | “Los consagrados en España gozan de buena salud”. Risas en la sala. Así lo cree Vicente Jiménez, arzobispo de Zaragoza y presidente de la Comisión para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Española (CEE). “Para la edad que tiene, goza de muy buena salud”, recalca Luis Ángel de las Heras, obispo de Mondoñedo-Ferrol y expresidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER). Curiosamente fue De las Heras, hace más de un año, el que comenzó a preparar la XXIII Asamblea General de CONFER que se celebra del 15 al 17 de noviembre en Madrid.

“En la clausura del Año de la Vida Consagrada en Roma, junto a Julia García Monge –secretaria general de CONFER–, nos topamos con el lema de esta asamblea (Ve y haz tú lo mismo, Lc 10, 37)”, explicó. Durante estos tres días, se han hecho presentes más prelados que en otras asambleas.

El presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, se disculpó por problemas de agenda, pero agradeció la invitación. Carlos Osoro acudió a la llamada de la asamblea celebrada en la diócesis que pastorea. Desde Santander llegó Manuel Sánchez Monge. Como religiosos, no faltaron Eusebio Hernández ni el citado De las Heras. Además del nuncio Renzo Fratini, que manifestó que aprecia “los sentimientos de comunión de los consagrados con el Papa”.

La presencia de los prelados es importante para los consagrados porque, durante años, muchos sintieron que caminaban por distintos senderos. Es por esto que Vida Nueva ha querido preguntar a algunos de los obispos presentes si consideran que se han roto las trincheras entre obispos y religiosos.

“No hablaría de trincheras; sí de algún desencuentro, pero se han creado puentes y vías de diálogo y se han estrechado las relaciones”, indica Jiménez. Y no solo han preocupado estas relaciones a los consagrados, también en la CEE. Así, en 2013, los obispos presentaron el documento Iglesia particular y vida consagrada, que “ha sido bien visto por la Santa Sede”.

“Savia nueva”

En este sentido, Jiménez ve con buenos ojos la incorporación de obispos provenientes de familias religiosas, porque “nos inyectan savia nueva”. “Lógicamente –continúa–, el Papa, al ser jesuita y tener ese cariño y conocimiento tan profundo de la vida religiosa, nos ha dado un toque para que la miremos con gratitud, la fomentemos en nuestras diócesis y mostremos su belleza”.

Francisco ha llamado a Luis Ángel de las Heras, claretiano, y a Manuel Herrero, agustino, al Episcopado –ambos pasarán previsiblemente a formar parte de la Comisión para la Vida Consagrada tras la celebración de la Asamblea Plenaria–. En sus tres años y medio de pontificado, ya ha nombrado al mismo número de religiosos que Benedicto XVI. Y está a solo uno de igualar a los designados por Juan Pablo II. Actualmente, en el episcopado hay siete religiosos (Carlos Amigo, Fernando Sebastián, Jesús Sanz, Juan Antonio Martínez Camino, Eusebio Hernández, Luis Ángel de las Heras y Manuel Herrero) entre los 113 prelados, es decir, apenas el 6%. [Listado de los obispos miembros de la CEE]

Entre Eusebio Hernández, elegido obispo de Tarazona en 2011, y De las Heras, elegido este año para Mondoñedo-Ferrol, han pasado cinco años sin que se hubiese nombrado a otro religioso. Sin embargo, en este tiempo, Hernández ha sido testigo de cómo en la CEE “hay una mayor relación, colaboración y espíritu de comunión con la vida religiosa”, aunque, “quizá ha habido ciertos prejuicios, pero poco a poco se van superando”.

“La presencia de Francisco –añade– ha mejorado mucho porque hemos descubierto cómo él, como religioso, aporta tanto a la vida de la Iglesia”. En sus 35 años de trabajo en la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, “recorrí el mundo observando situaciones de dificultad, y en esas situaciones siempre encontraba religiosos. No hay situación de urgencia, de guerra, donde no esté la vida consagrada”, explica. De este modo, “no se entiende la Iglesia sin la vida consagrada, al igual que esta no se entiende fuera de la Iglesia. Nos necesitamos”.

Por su parte, el obispo de Mondoñedo sostiene que “con los nombramientos episcopales de religiosos se va acabando con esa probable división, pero no solo con eso, sino con el acercamiento de muchos prelados, que quizá habían estado un poco distantes”.

De las Heras considera que “durante muchos años, la vida religiosa estuvo injustamente cuestionada. A veces la crítica ha venido por el compromiso con los pobres, pensando que los religiosos trabajaban ahí por ideología; los religiosos trabajan por el encuentro con Jesús y el compromiso que supone para la vida consagrada en nuestra pasión por Dios y la humanidad. Este compromiso es puro Evangelio vivido”. Por ello, “vernos representados en la CEE es importante para acercarnos y crecer en comunión”.

Mariña Ríos, presidenta “por aclamación”

Cuando fue elegido presidente de CONFER, Luis Ángel de las Heras dijo que esperaba que la próxima presidencia estuviera en manos de una mujer. Al cierre de esta edición, Mariña Ríos aun no ha sido elegida presidenta, pero todo apunta a que así será y se cumplirán los deseos del anterior presidente. Podría haberlo sido “por aclamación popular,” porque en la presentación de candidatos los religiosos la ovacionaron, pero son las urnas las que tienen que hablar.

Pese a que llevaba un mes abierto el plazo de candidaturas, los consagrados españoles muestran que van todos a una y que no les hacen falta primarias, como bromeó la propia secretaria general.

Vicente Jiménez valoró la previsible elección como “un signo de nuestro tiempo y de nuestra Iglesia”, porque “la mujer tiene un papel muy preponderante en la Iglesia, no solo cuantitativa, sino cualitativamente”. A todos los religiosos les marcó una tarea: reforzar la vida comunitaria, promover procesos de comunión y estar en permanente formación.

Por otro lado, De las Heras puso en valor el mayor logro de Mariña en estos ocho meses en funciones: fundar la CONFER en la Diócesis de Alcalá, la única de toda España que no tenía. Por su parte, Mariña recordó que la misericordia, aunque acabado el Jubileo, sigue estando en el centro de su misión, porque, “en nuestra vida, la misericordia no es abstracta, sino una realidad concreta”.

Publicado en el número 3.012 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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