Halloween cuestionada por estar “muy lejana” y por ser una “imposición capitalista”.
No importa qué se celebra, lo que importa es disfrazarse y pasarla bien. Con este espíritu, los jóvenes bolivianos celebraron una nueva edición de Halloween, una festividad extranjera fomentada por los medios masivos y potenciada por el consumo que desde hace varios años se genera en torno al 31 de octubre en casi todas las ciudades de Latinoamérica.
Al respecto, algunos obispos bolivianos han alzado su voz. Por ejemplo, Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz, cuestionó: “La salvación exige adelantarse, salir del conformismo de una sociedad de consumo que nos quiere uniformar a todos en moldes prefabricados”. Y enfatizó: “¡Cuánta facilidad en aceptar acríticamente una costumbre foránea como Halloween, muy lejana de nuestra cultura y del sentido auténtico de la fiesta cristiana de Todos los Santos, promovida por los intereses del comercio a través de los medios de comunicación. Para ver y encontrar a Jesús, hay que salir del anonimato de las masas, de las situaciones alienantes, de la pasividad y dar pasos decididos en la búsqueda del Señor”.
Por su parte, el arzobispo de Sucre, Jesús Juárez, pidió a la feligresía de su arquidiócesis celebrar la fiesta de Todos los Santos unidos en la fe, la liturgia católica y las costumbres de las regiones: “Nos aprestamos a vivir la fiesta de Todos los Santos y de los Difuntos, que es una de las manifestaciones más concentradas, donde se encuentra la liturgia católica y costumbres de las regiones, hay que vivirlos con mucha fe, rechazando la fiesta moderna de Halloween”.
En seguida, Juárez añadió que “la sociedad de consumo promueve Halloween”, una celebración que “distorsiona la fe y la vivencia de los católicos”.
Asumir la cultura
El portal eabolivia.com realizó un sondeo entre adolescentes de La Paz. Si bien ninguno pudo explicar qué se celebra en Halloween y por qué se celebra en Bolivia, todos aseguraron que esta fiesta “es buena onda”, mientras buscaban disfraces y máscaras en puestos callejeros y tiendas. Además, esos mismos jóvenes manifestaron tener poco conocimiento acerca de la fiesta de Todos los Santos, una festividad mucho más cercana a las tradiciones típicas de su país.
Sobre el tema, uno de los que se pronunció fue el sociólogo boliviano David Mendoza quien sostuvo que esta festividad es “una expresión cultural occidental y capitalista”.
Por su parte, la representante de la Confederación de Comunidades Interculturales, Mireya Pacocillo, coincidió con el sociólogo: “Halloween es una imposición capitalista y neoliberal, implantada con fines mercantilistas en cierta parte de la población juvenil a través de los medios de difusión”. Y propuso: “creo que tenemos que asumir la cultura a la que pertenecemos y reconstituirla (…) Es necesario hacer campañas a nivel educativo que privilegien el conocimiento de lo nuestro, la creación de sistemas de identidad y la valoración de nuestro patrimonio”.
A pesar de las críticas, los cuestionamientos y las fundamentaciones religiosas y antropológicas, Halloween es una celebración ya expandida por todo el mundo que cada vez gana más adeptos no solo en Bolivia, sino en toda América Latina.
ROBERTO MONARCA. LA PAZ
