URUGUAY – La diócesis de Melo recibió a la Romería de la Juventud

Uruguayos y brasileños compartieron una jornada en Aceguá, una comunidad binacional y bidiocesana

Si hay algo que no se puede negar es que en un conglomerado de jóvenes nunca falta el entusiasmo ni la alegría. Y estas características vitales estuvieron muy presentes, junto con la fe, en la XII Romería de la Juventud que uruguayos y brasileños vivieron en Aceguá el pasado domingo 23 de octubre.

URU-aceguajov

Para comprender la magnitud del encuentro, Vida Nueva recurrió al obispo de Melo, Heriberto Bodeant. “Esta vez cruzamos la frontera porque Aceguá es un pueblo, dos países, una sola comunidad, una comunidad ligada a la diócesis de Bagé [Brasil], pero también una comunidad ligada a la diócesis de Melo”, explicó.

Es que Aceguá, del lado uruguayo, es una localidad del departamento de Cerro Largo. Del lado brasileño, es un municipio del estado de Río Grande del Sur, ubicado unos 60 kilómetros al norte del Municipio de Bagé, la ciudad que forma la frontera con Uruguay.

Bodeant indicó que la XII Romería de la Juventud esta vez se realizó del lado uruguayo en torno a la parroquia Cristo Rey, donde “cada domingo se reúnen uruguayos y brasileños para celebrar juntos su fe, cada uno expresándose en su lengua, pero sobre todo hablando el lenguaje de la comunión, el lenguaje de la amistad”. Esa particular comunidad fue la que recibió a la multitud de jóvenes.

Para comprender esta descripción del obispo hay que conocer algunas peculiaridades: la parroquia Cristo Rey de Aceguá, ubicada en territorio uruguayo y perteneciente a la diócesis de Melo, es una comunidad binacional –también podría decirse, bidiocesana–. Católicos uruguayos y brasileños de los dos pueblos que tienen el mismo nombre se reúnen en esta parroquia cada domingo para participar de la misa bilingüe. Las lecturas se leen en español o en portugués, según la nacionalidad de cada lector. En la plegaria eucarística, el sacerdote nombra a los dos obispos, Heriberto Bodeant (Melo, Uruguay) y Gilio Felicio (Bagé, Brasil).

Sobre esta jornada juvenil, más precisamente sobre los jóvenes, Airton Machado Gusmão, sacerdote de la diócesis de Bagé reflexionó: “La Iglesia mira con amor y esperanza la realidad de los jóvenes y les presenta a Jesucristo y al proyecto del Reino. Los invita a un encuentro con Jesucristo, anuncia y testimonia lo que cree, pues ‘cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva’ (DA, 146)”. Y agregó: “con este mirar de discípulo, el joven lee la realidad en la cual está inserto, con sus alegrías y desafíos. Permite que este mismo mirar ofrezca sentido para la vida y, a partir de él, construya un proyecto de vida, para ser en la Iglesia y en el mundo sal y luz”.

Recordando la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia, el sacerdote brasileño parafraseó al papa Francisco: “hablando del protagonismo juvenil, el Papa nos dejó este mensaje: ‘queridos jóvenes, no vinimos a este mundo a vegetar, a pasarla cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca; al contrario, hemos venido a dejar una huella. (…) Pero cuando optamos por la comodidad, por confundir felicidad con consumir, entonces el precio que pagamos es muy, pero que muy caro: perdemos la libertad. No somos libres de dejar una huella, perdemos la libertad. No tengan miedo ni vergüenza de buscar a Jesús como fundamento de sus vidas’”.

 

Del otro lado de la frontera

La diócesis de Bagé realiza todos los años esta peregrinación juvenil, sin embargo esta fue la primera vez se llevó a cabo en Aceguá. Por la característica de la parroquia Cristo Rey, los jóvenes brasileros quisieron que la XII Romería de la Juventud sea del lado uruguayo.

“Como obispo de Melo, es una alegría el encuentro con mi hermano, el obispo Dom Gilio. Para mí es el obispo más cercano que tengo, porque ni siquiera metiéndome dentro de Uruguay encuentro un obispo que esté a una distancia tan cerca”, aseguró Bodeant. Y continuó: “Yo me siento muy cercano a mis hermanos obispos uruguayos, pero también me siento muy cercano en la amistad y en la fraternidad a Dom Gilio”.

R. P. MELO

 

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