Jesús Sanz: “Están usurpando el nombre de Lumen Dei”

Jesús Sanz, arzobispo de Oviedo y comisario pontificio de Lumen Dei, celebra una eucaristía en Asturias con varios miembros

El comisario pontificio confirma a VN que el Papa le apoya ante el “acoso” de exmiembros de la asociación

Jesús Sanz, arzobispo de Oviedo y comisario pontificio de Lumen Dei, celebra una eucaristía en Asturias con varios miembros

El arzobispo Sanz, en una Eucaristía con miembros de Lumen Dei

JOSÉ LORENZO | “Están usurpando el nombre de Lumen Dei, y por eso se está generando esta confusión, pero Lumen Dei no ha demandado a nadie”. Así resume a Vida Nueva Jesús Sanz Montes, comisario pontificio de esa organización intervenida en 2008 por el Vaticano, una demanda interpuesta a principios de octubre en la que se cuestiona la legalidad de su cargo o el haber causado “daños económicos” a la entidad por valor de 12 millones de euros, entre otras acusaciones. La demanda ha sido interpuesta por exmiembros que se dieron de baja voluntariamente en 2014.

“Ignoro qué pueden estar pretendiendo”, apunta el también arzobispo de Oviedo al ser preguntado por este nuevo capítulo de enfrentamientos con exmiembros de la organización que fundara el jesuita asturiano Rodrigo Molina en la década de los 60. “Hay que aclarar que Lumen Dei y Unión Lumen Dei es la misma entidad, según sus constituciones vigentes. La asociación privada de fieles Unión Lumen Dei sucede a Pía Unión Lumen Dei como consecuencia del cambio de Código de Derecho Canónico de 1917 por el de 1983, permaneciendo la misma entidad; así lo dice el artículo 1 de las constituciones. Ellos están usurpando indebidamente el nombre de Lumen Dei”.

“Lo que constato –afirma Sanz– es que, jurídicamente, nunca se les ha dado la razón. Y como en el campo penal no han tenido éxito, se han pasado al campo civil, pero están presentando una demanda (civil) como una denuncia (penal). No tendrán éxito tampoco en esta última”.

Sanz cree que “lo que ni eclesial y canónicamente, y lo que ni civil y penalmente logran obtener, pretenden jalearlo mediáticamente para infamar con una insidia calumniosa tanto a mi persona como a la Asociación”. Y recuerda que nadie les echó: “La Iglesia puso unas líneas directivas para intentar reconducir el grave momento que arrastraba la Asociación desde que murió el fundador, y decidieron marcharse”.

“Francisco –abunda el arzobispo– usa una expresión muy clara con asociaciones que acaban así: ‘No son eclesiales, no son cristianas, simplemente usan a la Iglesia, la alquilan’. Así ha sido con los disidentes. Pero con una diferencia: ellos se han marchado, pero quedándose indebidamente con lo que ya no les pertenecía. La Santa Sede les conminó a que devolvieran los pisos y locales, los coches, los archivos, la documentación… Nada han devuelto. Da pena que utilicen a los pobres para decir que se les expulsa de unos locales donde acogían a menesterosos unas religiosas misioneras. Ellos son la coartada para prolongar su apropiación indebida. Es muy triste”.

“No hay más división”

El comisario pontificio asegura que el papa Francisco está informado de lo que sucede con los exmiembros de Lumen Dei. “Él ya conoció en Buenos Aires a los que abandonaron ahora la Asociación y se están comportando de esta manera. Recibo no solo la defensa del Santo Padre, sino la de la congregación vaticana para la vida consagrada”, afirma Jesús Sanz. “El apoyo es completo y me llaman por teléfono para que no cedamos ante este inmenso acoso lleno de insidia, calumnia y rencor”.

Niega el arzobispo de Oviedo que estos hechos puedan provocar una escisión. “No hay más división, sino que los autoexpulsados quieren jalear su propia división haciendo ver que estamos ante un cisma”. Y señala que el grupo que ha seguido fiel a la Iglesia, “y que son el único y verdadero Lumen Dei, está siguiendo esas indicaciones eclesiales como verdaderos hijos espirituales del fundador”. Y aboga por tener “paciencia y seguir las indicaciones de la Santa Sede con mesura y caridad sin responderles con la misma moneda a estos dimisionarios”. Aunque no descarta tampoco adoptar medidas legales.

Publicado en el número 3.009 de Vida Nueva. Ver sumario

 


LEA TAMBIÉN:

Compartir