El Domund también es para los no creyentes

arzobispo de Barcelona Juan José Omella con Pilar Rahola durante el pregón del Domund 2016 15 octubre

“¿Por qué hacer propaganda ideológica es correcto, y evangelizar no?”, se preguntó Pilar Rahola en el pregón de este año

Pilar Rahola pronuncia el pregón del Domund 2016 en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona 15 octubre 2016

La Sagrada Familia de Barcelona fue el lugar elegido para el aclamado pregón del Domund 2016

JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | El arzobispo Juan José Omella estaba encantado. Y el director de las Obras Misionales Pontificias en España, Anastasio Gil, también. Es la impresión que se llevaron los asistentes al pregón del Domund el pasado 15 de octubre en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. Elegir a Pilar Rahola –popular periodista catalana– era una decisión arriesgada. Pero dejó un pregón magnífico.

Su discurso causó sorpresa entre los asistentes. No por el conocido verbo ágil de la periodista, sino por la cerrada defensa, de una persona que se define no creyente, de dos conceptos claves en la vocación misionera: evangelización y caridad. “¿Por qué hacer propaganda ideológica es correcto, y evangelizar no lo es? ¿Por qué ir a ayudar al prójimo es correcto cuando se hace en nombre de un ideal terrenal, y no lo es cuando se hace en nombre de un ideal espiritual?”. Pilar Rahola dejó claro que “la misión de evangelizar es, también, una misión de servicio al ser humano”.

Y con la misma contundencia defendió la caridad cristiana que “ha sido el sentimiento pionero que ha sacudido la conciencia de muchos creyentes, decididos a entregar la vida propia para mejorar la vida de todos”. Fue sobre todo un pregón sin complejos: “¡Quiénes somos nosotros, gente acomodada en nuestra feliz ética laica, para poner en cuestión la moral religiosa, que tanto bien ha hecho a la humanidad!”.

El arzobispo Omella comenta a Vida Nueva que le impactó como Rahola expresó, “de manera muy clara, la visión transformadora del mundo que tiene el Evangelio de Jesucristo”. Una llamada a “tener la valentía y la generosidad de los misioneros” y a “no tener vergüenza del mensaje transformador, de paz y de justicia que hemos recibido de Dios”. Y Anastasio Gil destaca cómo el pregón “rompe la dicotomía que a veces hacemos entre primero pan y luego la Palabra. No, todo va unido, y la razón de la vida de un misionero es presentar el rostro de Dios”.

arzobispo de Barcelona Juan José Omella con Pilar Rahola durante el pregón del Domund 2016 15 octubre

El arzobispo Omella saluda a Pilar Rahola en presencia de Anastasio Gil

Una apuesta arriesgada

La idea de proponer a Pilar Rahola como pregonera del Domund fue de Anastasio Gil. Este año, las actividades previas al Domund se han trasladado a Cataluña. Los actos y la exposición bajo el lema El Domund al descubierto se han celebrado en Tarragona, con la participación del resto de diócesis catalanas. Y Gil buscaba un pregonero con tirón para llenar la Sagrada Familia y para “romper fronteras”. Recordaba una columna de Rahola en La Vanguardia sobre los misioneros españoles de San Juan Dios que fallecieron en la epidemia de ébola. Por eso en mayo sugirió su nombre en una reunión con todos los obispos catalanes, que suscribieron la propuesta.

“En la basílica había muchas personas que ordinariamente no hubieran ido si fuera un obispo o una persona oficialmente católica. Así se llegó a muchas personas a las que nosotros queremos llegar”, argumenta Gil para destacar el sentido también misionero de esta elección.

Una constatación que suscribe Omella, ya que “la evangelización no siempre la hacen los obispos y sacerdotes”. Y, en este caso, la elección de “una mujer que dice que no es creyente es una apuesta muy bonita y en la línea de Francisco. Una Iglesia en salida que se encuentra con la gente de afuera, con aquellos que no se consideran dentro de la Iglesia pero que tienen una actitud positiva”. Y añade que también es una concreción del mensaje de Benedicto XVI, “cuando hablaba de los nuevos areópagos y de establecer diálogo con los que no están dentro de la Iglesia”.

La apuesta arriesgada y misionera por Pilar Rahola también ha recibido las críticas de los que consideraban que no era de recibo asignar este papel a una tertuliana políticamente significada con el independentismo y que ha expresado repetidamente su oposición a algunos postulados de la Iglesia. Gil tiene una primera respuesta: “Suspenda su juicio hasta que lea el pregón”, dijo antes de comenzar el acto. Añade que las críticas no han sido muchas y que no ha tenido ninguna amonestación institucional. Al contrario. Más que de críticas, habla de sorpresa. En realidad, una de las primeras sorprendidas fue la misma Rahola.

Pero Gil reconoce “que todas las críticas me han dolido mucho, porque al otro lado había una persona que se ha sentido defraudada”. Su argumento es que “si nosotros anunciamos el Evangelio, no podemos excluir a nadie; la misión es universal y no hay fronteras”.

Después del pregón, el arzobispo de Barcelona aún está más convencido de habérselo confiado a Rahola: “Tengo clarísimo que la elección fue acertada, en la línea de lo que nos pide la Evangelii gaudium”.

En el pregón Rahola no escondió en ningún momento que se consideraba no creyente. Pero afirmó que esto no le impide “ver a Dios en cada gesto de entrega y estima al prójimo que realizan tantos creyentes, precisamente porque creen”. Rahola dijo que no le era posible imaginar “ninguna revolución más pacífica ni ningún hito más grandioso” que “entregar la vida al servicio de la humanidad por el amor de Dios”. Frases como estas son las que hicieron que “la gente se sintiera interpelada”, concluye el director de Obras Misionales.

arzobispo de Barcelona Juan José Omella con Artur Mas expresidente de la Generalitat de Cataluña durante el pregón del Domund 2016 15 octubre

Omella, con el expresident Artur Mas

Anastasio Gil: “Dios se ha servido de Pilar Rahola”

No han sido días fáciles para Anastasio Gil. Al menos, hasta el sábado 15 de octubre por la tarde. Tampoco para quienes trabajan con él en Obras Misionales Pontificias (OMP) y quienes respaldaron su propuesta de que Pilar Rahola se convirtiera en pregonera del Domund 2016. Ataques en redes sociales, más de un prelado escéptico y colaboradores a quienes costaba ver a la política en el altar provisional de la basílica de la Sagrada Familia.

Pero su discurso acalló cualquier duda. “Si tuviera que repetir, lo haría de la misma manera. Dios y los resultados nos han desbordado ante cualquier previsión que pudiéramos hacer”, revela el director de Obras Misionales Pontificias a Vida Nueva, tres días después del pregón en la rueda de prensa del Domund.

Así, el templo se convirtió en un atrio de los gentiles: “Nuestro objetivo de llegar al otro lado, a las periferias, lo hemos conseguido a través de Pilar Rahola. Dios se ha servido de esta mujer, de su buena voluntad y su buen hacer”, detalla Gil, que ha visto cómo el lema de este año, Sal de tu tierra, también ha supuesto un salto de riesgo, pero con red, la que en todo momento ofreció el Arzobispado de Barcelona.

“A veces –apunta el sacerdote– los que estamos dentro de la Iglesia necesitamos mucho colirio en los ojos para descubrir la belleza del amor de Dios, que no excluye a nadie. Invitar a Pilar es reflejo del mundo de la misión en el que no se excluye absolutamente a nadie. Los misioneros nunca piden el carné de identidad de quien acogen. Nosotros tampoco”.

Amén de la polémica surgida en torno a la persona, el director de OMP subraya cómo las palabras de Rahola rompen con “el debate que a veces tenemos los católicos desde un planteamiento dicotómico entre proyectos sociales y evangelización. Mientras nosotros discutimos si son galgos o podencos, desde la increencia ella descubre que la evangelización entraña la apuesta por el hombre”.

Y esta apuesta por los “invisibles” es la que se materializa a través de los 13,7 millones de euros que aportaron los españoles en la jornada de 2014, convirtiéndose en el segundo país con mayor aportación al Fondo Universal de Solidaridad, que distribuye la ayuda de los 13.000 misioneros de nuestro país en 140 países. En concreto, España financió 684 proyectos en 35 países el pasado año, siendo África el primer foco de atención, donde se ha colaborado con 133 diócesis.

Publicado en el número 3.008 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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