Víctimas de abuso del sacerdote Karadima demandan al arzobispado de Santiago por encubrimiento.
En estos días podría conocerse el fallo de la justicia chilena en relación a la acusación de encubrimiento presentada por víctimas de Fernando Karadima contra el arzobispado de Santiago. El caso se inició en 2013 tras la demanda estampada por James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz, quienes buscan un acto de perdón público de la Iglesia a quienes sufrieron abusos por parte de religiosos y también exigen una indemnización económica.
Tras enfrentar un proceso canónico, Fernando Karadima fue condenado en junio de 2011 por el Vaticano y tiene prohibido a perpetuidad el ejercicio público de todo acto de ministerio, en particular de la confesión y de la dirección espiritual, lo que lo obliga a retirarse a una vida de oración y penitencia. Por ello, permanece recluido en el Convento de las Siervas de Jesús de la Caridad, en Santiago.
También ha tenido alta controversia pública la designación de Juan Barros Madrid como obispo para la diócesis de Osorno, a comienzos del 2015. Barros es indicado por víctimas de Karadima como encubridor de actos en los que fue testigo. Al ser nombrado obispo de Osorno hubo manifestaciones en contra de esta designación argumentando que “un abusador no puede ser pastor”. Desde entonces, el movimiento de rechazo mantiene manifestaciones semanales en la Iglesia Catedral e irrumpe en diferentes actividades eclesiales. Así ocurrió, por ejemplo, durante la homilía de Barros en el reciente Te Deum de fiestas patrias, cuando unas 15 personas se mantuvieron de pie con un letrero en alto que decía: “Renuncia”.
En relación a estas manifestaciones, a comienzos de octubre pasado se conoció un video que registró un turista, donde el Papa Francisco, habla al vocero de la Conferencia Episcopal de Chile, Jaime Coiro y su familia, en la Plaza San Pedro. Allí el Papa dice que “la única acusación que hubo contra ese obispo fue de-sa-cre-di-ta-da por la corte judicial, así que por favor no pierdan la serenidad”, además de otras afirmaciones, algunas consideradas ofensivas para quienes integran el movimiento de oposición a Barros.
Piden que el Papa declare
Esta expresión del Papa motivó a los demandantes del juicio en Chile, pedir a la Corte de Justicia solicitar al Estado Vaticano, vía exhorto judicial, que informe los fundamentos que tuvo el Papa para hacer esa afirmación y poder integrarlos al proceso de la demanda contra el arzobispado de Santiago. Hecha esta solicitud, hace algunas semanas se conoció el rechazo del Vaticano a responderla.
Ante esto, el abogado de los demandantes, Juan Pablo Hermosilla, quien solicitó la diligencia, expresó que la decisión adoptada por la Santa Sede “refleja la actitud que ha tenido siempre la Iglesia frente a estos conflictos, es decir, no reconocen su responsabilidad y hacen todo lo posible por encubrirlos”.
“Me parece que es inaceptable y aberrante lo que está ocurriendo con el exhorto, porque no es solo una especie de muestra de la mala fe con la que puede estar actuando el Vaticano, sino que, además, es una especie de desacato al Poder Judicial chileno. Es grave y retrata la que ha sido la posición de la Iglesia de seguir encubriendo este tipo de actos”, reiteró categórico Hermosilla.
El juez chileno pidió al Vaticano devolver los antecedentes enviados y aseguró que esperará 20 días para recibirlos. Al término de ese plazo preparará el fallo de primera instancia que determinará si el Arzobispado de Santiago tuvo alguna responsabilidad de encubrimiento en los abusos reiterados cometidos por Fernando Karadima, ocultando la información que daba cuenta de los hechos.
ROBERTO URBINA AVENDAÑO. SANTIAGO
