CHILE – Pacto educativo roto

El obispo Héctor Vargas hizo un duro diagnóstico de las condiciones para el desarrollo de una educación significativa.

En un ambiente con muchas incertidumbres –por el proceso de reforma educacional que ha recibido críticas y contrapropuestas desde organismos de la Iglesia– tuvo lugar en Santiago el V Congreso de Educación Católica convocado por el Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) y la Federación de Instituciones de Educación Católica(FIDE) a comienzos de octubre.

Bajo el lema Educación, familia y misericordia, el Congreso de Educación Católica congregó decenas de directivos de colegios de iglesia y de inspiración cristiana quienes, el primer día, escucharon al presidente de la CECh y arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.

En su conferencia, Ezzati se refirió a la virtud “propia de la dinámica progresiva de la educación: la esperanza”, destacando su importancia al planificar el futuro. “La esperanza es lo más urgente que nuestro pueblo necesita”, afirmó.

Destacó el servicio de la Iglesia, anterior a la república, en el campo educacional, actualmente incierto por la reforma. Además. Indicó que no le parece “suficiente o bueno quedarse en evaluar cuánto afecta o favorece una determinada ley a la educación católica. (…) Hay una tarea profética que cumplir al plantear la educación católica como un servicio al país”. Fue enfático al decir que la riqueza de la “la fe cristiana se puede anunciar y puede germinar en todos los ambientes, en todas las culturas y en todas las circunstancias”. En el marco del Año de la Misericordia, llamó a los colegios católicos a volverse lugares de puertas abiertas: “cada colegio de Iglesia, cada institución educativa de la Iglesia, no solamente en este año, sino siempre, está llamada a ser una puerta abierta que acoge”, dijo.

El día siguiente, la exposición del jesuita Fernando Montes, Educar en tiempos de cambio; formar en el arte del discernimiento, abrió diálogo con los educadores presentes. Montes fue rector de la Universidad Alberto Hurtado, hasta hace pocos meses, cargo en el cual participó activamente en el proceso de reforma educacional en marcha. Esta experiencia impregnó muchos de los elementos de su diagnóstico y condicionó sus recomendaciones para favorecer una mejor formación del discernimiento en los jóvenes.
A continuación un grupo de profesores presentaron el tema Curriculum evangelizador: Evangelizar desde las asignaturas seguido de un intercambio de experiencias y opiniones con los asistentes.

Grieta entre familia y escuela

El obispo de Temuco y presidente del Área de Educación de la CECh, Héctor Vargas abordó los desafíos actuales de la educación para la familia poniendo como punto de partida que “como educadores cristianos, quisiéramos reflexionar hoy en una característica esencial de la familia, su naturaleza vocacional a educar a los hijos para que crezcan en la responsabilidad de sí mismos y de los otros”.

“Esta vocación –expresó– se ha visto afectada porque se ha abierto una grieta entre la familia y la sociedad, entre la familia y la escuela, el pacto educativo hoy se ha roto, y así la alianza educativa de la sociedad con la familia ha entrado en crisis porque se ha minado la confianza recíproca”.

Por esto, el obispo hizo un llamado a los padres para que eviten autoexcluirse de la vida de sus hijos y, al contrario, los instó a involucrarse, sin vivir obsesionados por el control sobre ellos, porque al dominar su espacio “no les educará, no les fortalecerá, no les preparará a enfrentar los desafíos. Lo que interesa sobre todo es generar en ellos, con mucho amor, procesos de mayor libertad, de capacitación, de crecimiento integral, de cultivo de la auténtica autonomía”.

Desde esta perspectiva, Vargas señaló que las instituciones de educación católicas “están llamadas a ofrecer apoyo a la misión educativa de las familias, pero sin olvidad que los padres, si bien necesitan de la escuela para asegurar una instrucción básica de sus hijos, nunca pueden delegar completamente su formación moral”.

La última exposición, con la que cerró el V Congreso de Educación Católica abordó los Desafíos relevantes para la educación chilena en tiempos de reforma educacional y estuvo a cargo del presidente de la Comisión de Educación del Senado, Ignacio Walker. El senador hizo un mea culpa por la manera en que se ha desarrollado el proceso de reforma de la educación,destacando su adhesión a lo medular de estas transformaciones y argumentando que todo proceso de cambio es controvertido.

ROBERTO URBINA AVENDAÑO. SANTIAGO

 


Por la calidad educativa

Las manifestaciones de estudiantes secundarios de 2006 pedían mejores condiciones para sus colegios, aunque ya apuntaban también a la calidad de la enseñanza y al rol del Estado que consideraban había hecho crisis. En 2011 esta inquietud generó una de las mayores movilizaciones desde el retorno a la democracia, cuando a los estudiantes secundarios se sumaron los universitarios reclamando educación de mejor calidad y gratuita, apuntando al sistema neoliberal como causante de la desigualdad en el acceso a la educación. Poco tiempo después, cuatro líderes de este movimiento fueron electos diputados, lo que muestra la adhesión que su reclamo consiguió en la sociedad. La presidenta Michelle Bachelet acogió este descontento en su programa y al asumir puso en marcha el proceso de reforma educacional que ha recibido fuerte oposición.

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