Pilar Rahola: “Los misioneros son un ejército de paz”

Pilar Rahola, periodista, pregonera del Domund 2016

Periodista, pregonera del Domund 2016

Pilar Rahola, periodista, pregonera del Domund 2016

Entrevista con Pilar Rahola [extracto]

ÁNGELES LÓPEZ | La periodista y exdiputada de Esquerra Republicana Pilar Rahola ha sido elegida pregonera del Domund 2016. La decisión ha despertado la indignación entre quienes cuestionan que una persona que se ha definido como atea y partidaria del aborto se encargue del pregón de la celebración de la Jornada Mundial de las Misiones. Para entender esta decisión, hablamos con la protagonista.

PREGUNTA.- Algunos sectores de la Iglesia han criticado que sea la pregonera del Domund…

RESPUESTA.- Me parece lógico. La Iglesia es tan plural como lo es la sociedad. Quienes piensen distinto a mí, entiendo que se sientan incómodos. Pero yo me siento enormemente feliz de que me lo hayan ofrecido. Tengo una relación de mucho respeto y mucho cariño con infinidad de gente de Iglesia, empezando por mi propia familia.

P.- Si quien habla es un no creyente, ¿tiene un plus añadido?

R.- Los sectores más abiertos, y en el fondo más cristianos (en el sentido fraternal del término), agradecerán que alguien de posiciones más alejadas, tanto en lo religioso como en lo ideológico, admire y aplauda el trabajo de miles de personas que se van muy lejos con el objeto de mejorar la humanidad. Tengo un amor profundo por los misioneros. Quien me lo ha pedido valora mi defensa de todos esos hombres y mujeres.

P.- ¿Quién se lo ha pedido?

R.- El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, hizo de mediador con Anastasio Gil, director de Obras Misionales Pontificias. Fue todo un honor y tuvo mucha valentía.

P.- ¿Tiene buena relación con el arzobispo Omella?

R.- Es un trato muy sincero. Tiene un discurso muy cercano al papa Francisco, que me parece el más amable e implicado con el mensaje de los desprotegidos. Un hombre alejado del báculo y de la púrpura.

P.-Por lo que veo, Francisco le parece savia nueva…

R.- Me emocionan los líderes religiosos con un discurso interesante en estos momentos complicados. Francisco es lo mejor que le ha pasado al Vaticano. Y no tenía mala imagen de Ratzinger, que es un teórico profundo, pero Bergoglio es el líder que necesitaban, no solo los católicos, sino el mundo, para poner en la centralidad a los más desprotegidos. Un Pontífice es un líder civil y, para cualquier ciudadano, tener un Papa tan cercano al mensaje de Jesús, que es un mensaje universal de derechos humanos, es una buena noticia.

P.- El pregonero el año pasado fue Ángel Expósito. ¿Quizá le han elegido por ser su antítesis?

R.- (Risas.) Los caminos del señor son inescrutables. Quizá mi defensa en la polémica sobre el Padrenuestro, mi defensa por los misioneros del ébola, y que fuera alguien alejado de ortodoxias y no creyente declarada… Soy mujer, atea, catalana, e independentista: ¡qué valientes han sido!

P.- ¿No creyente o agnóstica?

R.- Para mí sería más cómodo creer, pero no me puedo hacer trampas al solitario, porque prefiero vivir en la duda que en el dogma. Pero creo en la gente que cree en Dios y que, por ello, son mejores personas. Recuerdo a mi marido (que es creyente) en una iglesia de la plaza Roja, poniendo una vela poco antes de adoptar a nuestra hija. Hubo un momento de trascendencia mientras rezaba con tanto amor. Creo en el hombre que cree en Dios. La pena es que a mí no me funciona. Pero es un Dios que no me molesta que me acompañe. Es el Dios de Isa Solá, o el del Papa. Es un Dios de luz que habla de los desprotegidos, los pobres…

P.- ¿Qué papel juegan los misioneros en nuestra realidad social?

R.- Fundamental. Son el acto de amor y de servicio público más brutal que hay. Son gentes que, movidos por fe y por amor al prójimo, entregan su vida en los lugares más insospechados del mundo; con una humildad extrema. Son un ejército de amor y de paz. Desde el progresismo se les ha despreciado porque lo hacían en nombre de Dios, pero no debería ser así. Hemos descubierto las ONG (con todo el respeto que me merecen) cuando desde hace 2.000 años ellos están yendo por el mundo a luchar por los demás. Esta gente es tan extraordinaria que te devuelve la fe en la humanidad. Me duele que no tengan su lugar en la opinión pública.

P.- Ha sido destacado su papel como “gran amiga del pueblo de Israel”, muy crítica con el mundo árabe… Ahora pregonera del Domund.

R.- He sido crítica con la ideología islamista. Mi relación con las tres religiones monoteístas tiene que ver con el concepto de modernidad: la lucha por la civilización que se fundamenta en los derechos humanos y que quizá parta del catecismo, cuando alguien le dice a su pueblo que matar no está bien y que hay que amarse los unos a los otros. Ese es el principio de la modernidad. Mi lucha contra cualquier ideología totalitaria no discrimina entre el islamismo radical, el nazismo o el estalinismo. Si me preguntas por Israel, creo que es un Estado que tiene derecho a existir, lo que no significa ir en contra de los palestinos. Y soy pregonera del Domund y creo que el mensaje de Jesús es el programa más sólido que ha habido en la historia de la humanidad.

P.- El pregón del Domund será en la Sagrada Familia. ¿Cuánto tiempo hace que no entra en una iglesia?

R.- No hace mucho. Tengo dos amigos israelíes que vinieron a vernos a Barcelona y estuvimos visitando la propia Sagrada Familia, que para mí es una pequeña patria que te llena de paz y de trascendencia, más allá del tema arquitectónico. Es un lugar de sonoridad emocional. He tenido el honor de hablar en Naciones Unidas, pero ninguna tribuna me emociona tanto.

P.- El lema de este año es ‘Sal de tu tierra’, ¿lo tratará como ‘un guiño’ desde su corazón independentista?

R.- Defiendo los derechos de mi nación pero a mí me apela y me preocupa el mundo. El mundo es mi patria, otra cosa es que mi identidad sea catalana. Mi pregón se titula La patria del amor, con eso lo digo todo.

Dicto sentencia

  • “Estoy abordando un libro sobre la persecución de los cristianos en el mundo islámico. No soy de no hacer nada, voy demasiado acelerada”.
  • “La adopción en una familia no tiene por qué ser algo excepcional. En mi casa, unos llegaron de una forma y otros de otra: Ada llegó de Siberia, Noé de Barcelona y Sira por mi barriga. Mi esposo es mi segundo marido; él es vasco y yo soy catalana. En definitiva, mi ONU hogareña sí que funciona”.

Publicado en el número 3.007 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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