Una obra de Jesús Manuel García (Ediciones Sígueme) La recensión es de Juan Antonio Marcos
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Título: Manual de teología espiritual. Epistemología e interdisciplinariedad
Autor: Jesús Manuel García
Editorial: Ediciones Sígueme
Ciudad: Salamanca, 2016
Páginas: 478
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JUAN ANTONIO MARCOS | Jesús Manuel García, salesiano y oriundo de Segovia, es profesor en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, donde también es director del Instituto de Teología Espiritual. Este libro, que se anuncia como manual de teología espiritual, recoge los frutos de más de veinte años de docencia en dicho campo desde una perspectiva interdisciplinar.
Tras la introducción y una amplia bibliografía, en la que además se presentan los manuales más relevantes sobre teología espiritual, comienzan los desarrollos de la obra, estructurada en siete capítulos. Cada uno de ellos se inicia con una breve exposición del contenido y objetivos, y termina recogiendo una bibliografía específica para ampliar el estudio del tema en cuestión.
Los tres capítulos iniciales consagran unas 175 páginas al estudio de la teología espiritual desde una perspectiva histórica y diacrónica. Dando por sentado que la Escritura es la fuente primera y principal, se pasa seguidamente a ofrecer una visión panorámica e histórica de la espiritualidad.
A partir del capítulo cuarto, la palabra experiencia (elegida como cierre y colofón del capítulo tercero, y cimentada sobre nombres tales como Mouroux, Schillebeeckx, Von Balthasar, Certeau, Rahner o Pikaza) se convierte en leitmotiv que recorre todos los epígrafes de los capítulos restantes. Se trata de capítulos relacionados con cuestiones no ya diacrónicas, sino sincrónicas y sistemáticas de la teología espiritual, tales como su naturaleza y método y su carácter interdisciplinar (capítulos cuarto y quinto), y las dimensiones espiritual y mística de dicha disciplina (capítulos sexto y séptimo).
El lector se encontrará con una obra que busca y logra ofrecer los fundamentos epistemológicos de la teología espiritual, lo que a su vez implica la necesidad de justificar la naturaleza de dicha teología en cuanto ciencia. Esto supone un recorrido diacrónico por la teología espiritual en su proceso de llegar a configurarse como tal ciencia. En el siglo XX nos encontramos con un momento clave, que es el paso de la teología ascética y mística hacia la teología espiritual, con la final incorporación, en el período conciliar, de la categoría de experiencia.
En un momento dado, el autor afirma: “Quedan ya algo lejanos los años 80, cuando Augusto Guerra definía la teología espiritual como una ‘ciencia no identificada’”. Pero uno no puede por menos de preguntarse si lo dicho por Augusto, ilustre e ilustrado carmelita, no sigue teniendo mucha, pero que mucha vigencia. Creemos, honestamente, que seguimos estando a día de hoy ante una cuestión abierta.
La obra que presentamos supone un paso decisivo y firme, exquisitamente riguroso desde un punto de vista académico. La promesa que nos hace el propio autor de un segundo volumen de carácter más práctico, en torno a los temas fundamentales de la experiencia cristiana, será un complemento fundamental a este, donde las cuestiones epistemológicas y metodológicas juegan un papel central.
Publicado en el número 3.006 de Vida Nueva. Ver sumario
