El Papa en Georgia: “No está bien que nos acostumbremos a un ‘microclima’ eclesial cerrado”

papa Francisco visita viaje Georgia encuentro con los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y agentes de pastoral 1 octubre 2016

Misa, religiosos, obras de caridad, ecumenismo: intenso segundo y último día de Francisco en el país

papa Francisco viaje visita Georgia misa en Tiflis 1 octubre 2016

La imagen de la Piedad ha presidido la misa hoy en Georgia

MARÍA GÓMEZ | Hoy sábado 1 de octubre, el día ha amanecido en Tiflis no caluroso, pero sí soleado. Lo saben bien los miles de personas que a las 10 hora local (8 h. hora española) han asistido a la primera misa oficiada por el papa Francisco en Georgia, en el Estadio M. Meskhi. Una celebración solemne y sentida, desarrollada con tranquilidad sin mayores contratiempos. “Recibir y llevar el consuelo de Dios: esta misión de la Iglesia es urgente”, apuntó el Papa al “pequeño y amado rebaño de Georgia”, y añadió: “No está bien que nos acostumbremos a un ‘microclima’ eclesial cerrado, es bueno que compartamos horizontes de esperanza amplios y abiertos”. Era solo el primer titular de un día cargado de encuentros y palabras.

En su homilía –leída en italiano y traducida al georgiano párrafo a párrafo–, el Papa comentó la primera lectura (Isaías 66, 10-14c, “Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz”) y el Evangelio (Mateo 18, 1-5, “Si no os volvéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”). “Como una madre toma sobre sí el peso y el cansancio de sus hijos, así quiere Dios cargar con nuestros pecados e inquietudes”. Y aseguró que “si queremos ser consolados, tenemos que dejar que el Señor entre en nuestra vida”. Pero puso dos condiciones.

La primera, la unidad: “Cuando estamos unidos, cuando hay comunión entre nosotros obra el consuelo de Dios”, frase que no pasa desapercibida en un país donde conviven varias confesiones cristianas (ortodoxos, bautistas, luteranos, católicos de rito latino, armenio y sirio-caldeo, etc.). En la misma línea –y también relacionado con el mensaje que dejaba ayer a las autoridades civiles–, dijo un poco después: “No está bien que nos acostumbremos a un ‘microclima’ eclesial cerrado, es bueno que compartamos horizontes de esperanza amplios y abiertos, viviendo el entusiasmo humilde de abrir las puertas y salir de nosotros mismos. (…) Sintámonos llamados a esto; no a fosilizarnos en lo que no funciona a nuestro alrededor o a entristecernos cuando vemos algún desacuerdo entre nosotros”.

El Pontífice, que llega a Georgia como un peregrino de la paz y la reconciliación, animó a los presentes a superar los miedos y a sobreponerse a cualquier dificultad, porque “el cristiano, incluso cuando padece aflicción y acoso, está siempre llamado a infundir esperanza a quien está resignado. (…) Recibir y llevar el consuelo de Dios: esta misión de la Iglesia es urgente“.

La segunda condición pasa por “hacerse pequeños como niños”: “Dichosas las comunidades cristianas que viven esta genuina sencillez evangélica. Pobres de recursos, pero ricas de Dios. Dichosos los pastores que no se apuntan a la lógica del éxito mundano, sino que siguen la ley del amor: la acogida, la escucha y el servicio. Dichosa la Iglesia que no cede a los criterios del funcionalismo y de la eficiencia organizativa y no presta atención a su imagen. Pequeño y amado rebaño de Georgia, que tanto te dedicas a la caridad y a la formación, acoge el aliento que te infunde el Buen Pastor, confíate a Aquel que te lleva sobre sus hombros y te consuela”.

Y parafraseando a santa Teresa del Niño Jesús, cuya memoria litúrgica se celebra hoy 1 de octubre, insistió: “Jesús no pide grandes hazañas, sino únicamente abandono y gratitud”. La memoria de la santa también le sirvió a Francisco para agradecer el “gran valor que representan las mujeres” en Georgia.

Mensaje a los sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral

papa Francisco visita viaje Georgia encuentro con los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y agentes de pastoral 1 octubre 2016

El Papa saluda al joven georgiano que compartió su testimonio

La agenda papal se retomaba a las 15:45 h. (13:45 h. en España), para mantener un encuentro con unos 250 sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y agentes de pastoral, en la iglesia de la Asunción. Después del saludo del obispo Giuseppe Pasotto, administrador apostólico del Cáucaso, tomaron la palabra un joven católico que participó en la JMJ de Cracovia, una madre de familia y un seminarista a punto de ordenarse como diácono. Y estos testimonios dieron pie al Papa para improvisar su discurso, en un tono muy cercano lleno de espontaneidad y mucho sentido del humor.

Francisco habló de lo importante que es permanecer firmes en la fe: “Firmes en la fe significa no olvidar aquello que hemos aprendido; es más, hacerlo crecer, darlo a nuestros hijos. Una planta sin raíces no crece; y una fe sin raíces de la madre y la abuela [que la transmiten] no crece”.

Hablando de la memoria, se dirigió especialmente a los consagrados, a los que advirtió que, ante los “momentos de oscuridad” y dificultades, lo que tienen que que hacer es “conservar la memoria de la primera llamada. Detenerse y hacer memoria del momento en que he sido tocado por el Espíritu Santo. La perseverancia en la vocación está enraizada en la memoria de aquella caricia que el Señor nos ha hecho y que sigue con nosotros”.

Con respecto al testimonio de la madre de familia, aconsejó a los matrimonios que hagan todo lo posible por salvarse como tal, empleando una fórmula que ya ha pronunciado en otras ocasiones: “Pelead todo lo que queráis, pero no terminéis el día sin hacer las paces. ¿Sabéis por qué? La guerra fría del día después es peligrosísima”. En este punto, condenó la “ideología de género”, “una guerra mundial” que está destruyendo el matrimonio, dijo, y pidió a toda la Iglesia que ayude a las familias en dificultades: “Acoger, acompañar, discernir e integrar”.

Por último, el Obispo de Roma aclaró qué es el ecumenismo: “Hay un gran pecado contra el ecumenismo: el proselitismo. Nunca debe hacerse proselitismo con los ortodoxos. Son hermanos y hermanas nuestros, discípulos de Jesucristo, que por situaciones históricas tan complejas hemos terminado así.¿Y qué tengo que hacer? No condenar. Amistad, caminar juntos, rezar unos por otros y hacer obras de caridad juntos, porque se puede. Esto es el ecumenismo. Nunca condenar a un hermano o una hermana, jamás dejar de saludarlo por que sea ortodoxo”.

Encuentro con los asistidos y trabajadores de la caridad

papa Francisco visita viaje Georgia encuentro con los asistidos y trabajadores de las obras de caridad 1 octubre 2016

Un grupo de discapacitados han ofrecido al Papa una danza

Como suele hacer en todos sus viajes internacionales –y en casi todos los nacionales–, Francisco ha reservado un hueco en su agenda para las obras de caridad; en este caso, para ir al centro asistencial de los Padres Camilos y mantener un encuentro de más de media hora con enfermos, discapacitados, ancianos, personas de la calle, etc., atendidos por la Iglesia católica en el país. “Dios nunca os abandona, siempre está cerca, pronto a escucharos, a daros fortaleza en los momentos de dificultad. Vosotros sois los predilectos de Jesús”, les aseguró Francisco.

A los trabajadores de estas obras, el Papa les agradeció su tarea y les pidió que sigan “viviendo la caridad en la Iglesia y manifestándola en toda la sociedad”. Una tarea que también puede entenderse como gesto hacia el ecumenismo: “Vuestra actividad es un camino de colaboración fraterna entre los cristianos de este país y entre los fieles de diversos ritos. Este encuentro bajo el signo de la caridad evangélica es testimonio de comunión y promueve el camino de la unidad. Os animo a continuar por esta senda exigente y fecunda”.

La visita había comenzado con baño de multitudes del Papa, saludando a todos los que se encontraba en su camino y terminó con un animado espectáculo de folclore georgiano. Fue más que emocionante la danza que interpretaron para el Pontífice un grupo de jóvenes en silla de ruedas.

Visita a la Catedral Patriarcal de Svetitskhoveli y a Ilia II

papa Francisco en Georgia visita Catedral Patriarcal de Svetitskhoveli, encuentro con el catholicós y patriarca Ilia II

Intercambio de regalos entre Francisco y el catholicós Ilia II, en la Catedral Patriarcal

El día anterior, el papa Francisco y el catholicós Ilia II ya habían mantenido un encuentro en el Palacio Patriarcal, y hoy sábado se han vuelto a ver, en la Catedral Patriarcal de Svetitsjoveli –en la localidad de Misjeta (a unos 20 kilómetros de Tiflis)–, para despedirse, pues este ha sido el último acto del Papa en Georgia.

El catholicós y patriarca de toda Georgia ya había recibido a Juan Pablo II en 1999 en este templo. Hoy, al saludar a Francisco y explicar que esta catedral es la iglesia más antigua de Georgia y la que custodia las reliquias más sagradas –incluida la túnica de Cristo–, le dijo: “Nuestra unidad se encuentra en la verdadera fe y solamente la verdadera fe educa a la humanidad”.

Por su parte, el Obispo de Roma le agradeció la acogida, este momento de recogimiento y su “emotivo testimonio de fe, que me ha hecho tanto bien”. La imagen de la túnica sagrada le sirvió para abordar de nuevo la cuestión ecuménica: “La túnica sagrada, misterio de la unidad, nos exhorta a experimentar un gran dolor por las divisiones de los cristianos habidas a lo largo de la historia: son desgarros reales infligidos en la carne del Señor”, pero, al mismo tiempo, la esperanza cristiana “nos invita a no renunciar nunca a las oportunidades de encuentro y de diálogo, así como a custodiar y mejorar juntos lo que ya existe”.

“A pesar de nuestros límites y más allá de cualquier distinción histórica y cultural, estamos llamados a ser “uno en Cristo Jesús”. Y en el último párrafo de su discurso, todavía insistía: “Aseguro de corazón mi oración para que el Señor (…) aumente el amor entre los creyentes en Cristo y la búsqueda luminosa de todo aquello que nos pueda acercar, reconciliar y unir”.

 


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