En América Latina, la unión y la Palabra renuevan la esperanza de la Iglesia

mujer en un encuentro de Comunidades Eclesiales de Base en América Latina prepara materiales para compartir por los participantes

Las Comunidades Eclesiales de Base se dan cita en Paraguay para celebrar su X Encuentro Continental

mujer en un encuentro de Comunidades Eclesiales de Base en América Latina prepara materiales para compartir por los participantes

Un gesto habitual de las CEBs, “poner todo en común”

NICOLÁS MIRABET (BUENOS AIRES) | Los hechos confirman que las comunidades en torno a la Palabra son uno de los ejes que siguen dando vida a la Iglesia. Así lo vienen demostrando desde hace tiempo las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) en Latinoamérica y así se percibió en el X Encuentro Continental celebrado en Luque, arquidiócesis de Asunción (Paraguay).

Allí, del 13 al 17 de septiembre, asesores de equipos nacionales, coordinadores regionales y animadores de las CEBs de América Latina y del Caribe se reunieron en torno al lema CEBs en el seguimiento de Jesús de Nazaret, hacemos memoria de los 50 años de camino y abrimos con esperanza nuevos horizontes, para conocerse, profundizar en las diversas realidades y revitalizar la vida, la fe y la esperanza comunitarias.

Unos 200 participantes analizaron no pocos temas que preocupan en la región, como las adicciones, el desempleo, el maltrato medioambiental o la dependencia de los países más fuertes, clamores que solo las CEBs pueden atender. Porque –como solía repetir el obispo guatemalteco mártir, Juan José Gerardi– “desde abajo todo se ve”.

En este sentido, Fernando Montes –sacerdote que acompaña a las comunidades de la Diócesis de Quilmes (Buenos Aires) y que antes lo hizo en el interior del país– confió a Vida Nueva: “A los que están arriba no les conviene ver algunas cosas, porque atentaría contra su bienestar”. Ello explicaría el origen de la mayoría de los participantes llegados a Luque: “Vinieron campesinos, militantes sindicales y gentes de los barrios… Todos manifestaron realidades que no se ven ni en los diarios ni en la televisión”, recordó Montes.

Ver, juzgar, actuar y evalugar

Cada una de las problemáticas compartidas en torno a la Palabra fueron abordadas con el método que caracteriza a las CEBs: ver, juzgar, actuar, celebrar y evaluar. A la luz de estos conceptos, se compartieron distintas situaciones. Dos le impactaron especialmente a Montes: la de los brasileños, “con mucha bronca y dolor porque la destitución de su presidenta la vivieron como un robo, y se sienten sometidos a un poder dominante que no da el brazo a torcer”; y la de los panameños, en lucha “cada vez más fuerte contra las empresas hidroeléctricas, que se están llevando casi el 90% del agua potable del país para abastecer a Estados Unidos”.

Y es que estos 50 años de vida de las CEBs han sido de lucha, de resistencia; años en los que muchos se han dejado la vida por el Evangelio y por la gente. Por eso, se han nombrado y recordado a muchos obispos, sacerdotes y laicos que han luchado por la justicia y la dignidad hasta dar la vida, literalmente. Quizás los nombres más repetidos fueron los de los obispos mártires Óscar Romero y Enrique Angelleli.

Frente a tantas situaciones de lucha y de dolor, que lamentablemente seguirán siendo una razón de ser de las CEBs, Montes cree que la esperanza está “en la unión de las personas”, sumada a “la fe, la Palabra y el Espíritu de Dios”. Porque el poder de las comunidades “está en la vida comunitaria, en la Palabra; esto da la fuerza para seguir luchando”.

El sueño del Reino

La oración del X Encuentro Continental de las CEBs dice en una de sus partes: “Trinidad Santa, sostén nuestro compromiso, como seguidores(as) misioneros(as) de Jesús de Nazaret, de construir un mundo donde la vida sea respetada y valorada, donde todos(as) puedan vivir con dignidad, justicia y fraternidad, soñando el sueño del Reino de Dios”. Basta leer este texto para percibir que las preocupaciones en todas las CEBs de América Latina y del Caribe son compartidas, y que si hay algo que las caracterizó durante el último medio siglo es la centralidad de la Palabra y la mirada crítica de la realidad.

Publicado en el número 3.004 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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