‘Masaan’

fotograma de la película Masaan

fotograma de la película Masaan

J. L. CELADA | A orillas del Ganges, vida y muerte conviven cada jornada en aparente armonía desde el alba hasta el ocaso. En los ghats de la ciudad santa de Benarés, algunos de sus vecinos preparan las piras funerarias y ofician el ritual para los difuntos como se viene disponiendo desde hace siglos. No lejos de allí, los más jóvenes se comunican a golpe de móvil y redes sociales. Son los contrastes de una cultura que se debate entre la tradición y la modernidad, mientras va dejando no pocas víctimas por el camino.

Un puñado de personajes y sendas historias de amor truncado le bastan al debutante Neeraj Ghaywan para hurgar en las heridas de su país, anclado en ciertos usos ancestrales, como el sistema de castas, y lastrado por la incomunicación intergeneracional y la corrupción de sus instituciones. Un suicidio inducido y un accidente de tráfico durante una peregrinación familiar son solo el trágico desenlace de dos tramas que confluirán junto al río sagrado, después de habernos mostrado –en toda su crudeza… y belleza– lo mejor y lo peor de un pueblo que ama y lucha, vive y muere con idéntica pasión a la que emplearon sus mayores y a la que emplearán sus descendientes.

Porque Masaan –que así se titula el estreno del realizador indio en el largometraje– constituye un poético viaje al corazón de aquel superpoblado rincón de Asia; el diario del alma de unos seres sometidos al miedo, la precariedad laboral o la extorsión policial, pero que tratan de sortear las barreras –económicas, legales, de clase…– y seguir adelante. Unos, como el exprofesor viudo (Sanjay Mishra) y padre de una de las protagonistas (Richa Chadda), resignándose a ganar algunos miles de rupias para saldar deudas y cuidar de los suyos; otros, como ella misma o el universitario que encabeza también el reparto (Vicky Kaushal), buscando el modo de dejar atrás una vida de privaciones y amenazas; y hasta pequeños desheredados (Nikhil Sahni) cuyas zambullidas a la caza de unas cuantas monedas son objeto de animadas apuestas.

Ante la cámara de Ghaywan desfilan rostros sufrientes y esperanzados, situaciones que duelen y que invitan a soñar con un tiempo nuevo. Todo ello aderezado con unas imágenes (¡ojo a las hipnóticas panorámicas nocturnas o a esos amaneceres de postal!) y una banda sonora que ponen música y color a las miserias y anhelos de la gente corriente.

Según “la teoría de los cinco elementos” de la medicina tradicional india (Ayurveda), la vida es el equilibrio de éter, aire, fuego, agua y tierra. Y la muerte, el desorden de dichos componentes. Esta película, coproducida con Francia, es la feliz conjunción entre la vida y la muerte en la India.

FICHA TÉCNICA

Título original: Masaan

Dirección: Neeraj Ghaywan.

Guión: Neeraj Ghaywan y Varun Grover.

Fotografía: Avinash Arun Dhaware.

Música: Bruno Coulais, Indian Ocean.

Producción: Vikas Bahl, Mélita Toscan du Plantier, Anurag Kashyap, Guneet Monga, Vikramaditya Motwane, Manish Mundra, Marie-Jeanne Pascal.

Intérpretes: Richa Chadda, Vicky Kaushal, Sanjay Mishra, Shweta Tripathi, Nikhil Sahni, Bhupesh Singh, Bhagwan Tiwari.

Publicado en el número 3.003 de Vida Nueva. Ver sumario

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