La paz de Colombia, pendiente de un plebiscito

Congreso de Colombia autoriza al presidente Juan Manuel Santos a que convoque plebiscito popular para refrendar el acuerdo de paz firmado con las FARC agosto 2016

La Iglesia reitera su apoyo al proceso, pero el Papa declina elegir jueces para el tribunal especial

Congreso de Colombia autoriza al presidente Juan Manuel Santos a que convoque plebiscito popular para refrendar el acuerdo de paz firmado con las FARC agosto 2016

El Congreso de Colombia celebró una sesión para aprobar la convocatoria de la consulta

MIGUEL ESTUPIÑÁN (BOGOTÁ) | Aumenta la expectación en Colombia por el resultado del plebiscito que se celebrará el próximo 2 de octubre. El proceso de diálogo entre el Gobierno nacional y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con el que ambas partes han buscado poner fin a un conflicto armado de más de 50 años, produjo un acuerdo definitivo que se dio a conocer el pasado 24 de agosto en La Habana (Cuba). El documento podría ser firmado por el presidente Juan Manuel Santos y por el comandante en jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri (más conocido como Timochenko), en Cartagena de Indias el próximo 26 de septiembre. Sin embargo, la validez o no de lo pactado dependerá del apoyo o el rechazo que reciba en las urnas.

El acuerdo incluye seis puntos que marcaron la agenda del proceso de diálogo: desarrollo agrario integral, participación en política, fin del conflicto, drogas ilícitas, víctimas, e implementación, verificación y refrendación.

En este sentido, al cierre de su última Asamblea Plenaria del pasado mes de julio, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) realizó un llamamiento para que se ponga en marcha una pedagogía que permita a todos los colombianos comprender los alcances de lo pactado en los diálogos y prepararse conscientemente para participar en el plebiscito. En dicha ocasión, los obispos convocaron al pueblo a participar en la consulta sobre los acuerdos de La Habana de “manera responsable, con un voto informado y en conciencia”.

Durante las últimas semanas, el propio Episcopado –con su presidente y arzobispo de Tunja, Luis Augusto Castro Quiroga, a la cabeza– ha reiterado su apoyo al proceso de paz. Una posición en la que, según el prelado, la CEC coincide con el papa Francisco, más allá de que este haya decidido declinar la invitación a participar, junto al secretario general de la ONU, en la elección de magistrados para el tribunal especial de paz.

Clima de polarización

Mientras tanto, el debate entre los partidarios del sí y del no en el plebiscito se ha ido adueñando de la esfera pública. Debate en el que tampoco está ausente la Iglesia católica. Así, el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, sostiene que no se puede ser neutral en este caso e invita a votar afirmativamente en la consulta. No opina lo mismo el padre Mario García Izaza, formador del Seminario de la Arquidiócesis de Ibagué, quien ha difundido a través de la web de dicha jurisdicción un artículo titulado “¿Por qué votaré no en el plebiscito?”.

Las posiciones encontradas se multiplican a diario en medio de un clima de polarización. Algunos sectores sociales reciben con entusiasmo mensajes como el de la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, quien señaló días atrás que el acuerdo final “reconoce el lugar central de las víctimas en el proceso y sus legítimas aspiraciones de justicia”. Por el contrario, otros como el Centro Democrático, partido político del expresidente Álvaro Uribe, antecesor del actual mandatario, ven en las advertencias de Bensouda una oportunidad para insistir en que lo pactado en La Habana propiciaría la impunidad.

Solo en este contexto lleno de conjeturas sobre lo acordado en las negociaciones se entiende la prioridad que algunas diócesis dan a la “socialización” del contenido del acuerdo definitivo entre el Gobierno y las FARC. Tarea de la que se ocupan mientras llega el 2 de octubre.

Publicado en el nº 3.002 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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