Reacciones de la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz ante los avances de La Habana
Desde el inicio de las negociaciones entre el Gobierno y las FARC la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, como red que agrupa a diversas organizaciones sociales en defensa de los derechos de la mujer, entre ellas grupos de mujeres ecuménicas, resolvió incidir para que los acuerdos de La Habana contarán con un enfoque de inclusión y una visión particular desde las mujeres, en razón de las afectaciones diferenciales producto de la guerra.
Semanas atrás la Subcomisión de Género anunció la incorporación de dicha perspectiva en lo que llegue a pactarse como resultado del proceso de diálogo en Cuba. Como ha subrayado la activista Catalina Ruiz Navarro, se trata de un asunto neural: “las mujeres en Colombia son las sobrevivientes del conflicto y muchas veces el título de la tierra está a nombre del compañero; si éste resulta muerto o desaparecido la mujer no tiene acceso ni al título, ni a un crédito, ni acceso a un proyecto productivo”. Una eventual reforma rural integral reconocería el papel que desempeñan las mujeres en las zonas y economías rurales; y propondría acceso a la titulación de tierras para las mujeres y acceso a subsidios y créditos. Igualmente, habría medidas para facilitar la participación política de las mujeres y la comunidad LGBTI. Lo anterior, incluso, de cara a garantizar una acción equilibrada de las mujeres en las instancias que tomarán las decisiones de implementación de los acuerdos. También la política anti-drogas supondría un enfoque diferencial y de género. La Subcomisión anunció, igualmente, la eventual creación de un grupo especial para la investigación de la violencia sexual dentro de la Jurisdicción Especial para la Paz y en la Comisión de Verdad.
Resultados propios
Las organizaciones y plataformas que hacen parte de la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz celebraron la presentación de estos avances. Según expresaron recientemente, asumieron como propios dichos resultados. “Hoy podemos decir que nuestro trabajo de incidencia en pro de la participación de las mujeres como pactantes en este proceso de negociación entre el Gobierno y las FARC-EP ha tenido eco en la Mesa; reflejado, por ejemplo, en el nombramiento de mujeres negociadoras y plenipotenciarias, en la creación de la Subcomisión de Género y en la inclusión del enfoque de mujeres y género en los demás puntos del acuerdo -víctimas y fin del conflicto-”.
La red de organizaciones reiteró su compromiso con el proceso de búsqueda de paz en Colombia. “Las mujeres tendremos un papel preponderante como actoras políticas y como veedoras para el cumplimiento de los acuerdos, insistiendo en la implementación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre ‘mujeres, paz y seguridad”. Por último, al tiempo que han exigido el reinicio del diálogo con el ELN, han hecho un llamado para que los esfuerzos de las partes de la negociación de La Habana culminen con la firma del Acuerdo Final definitivo; un paso que consideran necesario para “avanzar hacia la construcción de una paz sostenible, que permita superar y transformar las condiciones de exclusión, inequidad y discriminación tan presentes en nuestra historia”.
VNC
