ARGENTINA – Los salesianos se instalan en La Rioja

Lo anunció el superior provincial de Argentina Norte para 2017. El obispo del lugar los espera “con entusiasmo y gratitud a Dios”.

Luego de orarlo y conversarlo en asamblea provincial, más de 50 salesianos de Argentina Norte, sugirieron a su superior instalar una nueva presencia en un lugar donde aún no está presente la Obra de Don Bosco. Así fue, que semanas más tarde, el inspector salesiano Gabriel Romero anunció la apertura de una nueva casa salesiana a partir de 2017 en una de las zonas más pobres de Argentina, la ciudad de La Rioja.

En una carta enviada a la Familia Salesiana a fines de julio, Romero anunció que “próximos a iniciar el mes de Don Bosco”, y a pocos días de recordar “los 40 años del martirio de monseñor Enrique Angelelli”, quería “comentarles esta buena noticia que tiene que ver con un pedido concreto que nos hizo hace poco el actual obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo: hacernos presente con una comunidad salesiana en esa provincia”.

“Este pedido y ofrecimiento –aseguró el provincial en su carta–, coincide con un deseo que viene gestándose, desde hace muchos años, en el corazón de algunos salesianos: considerar la posibilidad de llevar el carisma salesiano a una de las tres provincias argentinas donde no hay todavía presencia salesiana y que figuran entre las provincias de mayor índice de pobreza del país”. Frente a esta necesidad carismática, y después de dialogar en varias oportunidades con Colombo y visitar los lugares “queremos iniciar ya en 2017 esta nueva presencia salesiana. Queremos sumarnos a una experiencia pastoral al servicio de los jóvenes más necesitados y poder desplegar en esas tierras el carisma de nuestro Padre Don Bosco. Somos conscientes de que el número de salesianos es siempre escaso, pero llevamos en nuestro ADN esa capacidad de soñar y de avanzar propia de nuestro padre Don Bosco”.

Un mundo juvenil para acompañar
En medio de una época en donde escasean las vocaciones religiosas, conocer una decisión de una congregación de llegar a un lugar donde no estaban presentes, hace valorar los sueños que alguna vez tuvieron tantos padres fundadores, como en este caso, san Juan Bosco.
Al respecto, el obispo Colombo le confió a Vida Nueva que para su diócesis fue “de mucha alegría la respuesta favorable de los salesianos a la invitación para venir a La Rioja. Conocemos y valoramos su rica experiencia como padres, maestros y amigos de los jóvenes”.

“En mi propia historia personal –añadió el obispo, esta vez como exalumno de Don Bosco–, la educación y vivencias de Iglesia recibidas en un colegio salesiano me acompañaron a lo largo de toda la vida. Hoy como pastor de esta querida diócesis me toca recibirlos con entusiasmo y gratitud a Dios por ese sí generoso a La Rioja y a su gente”.

La pastoral juvenil diocesana, siempre atenta y sensible para anticiparse y primerear con la Buena Noticia entre los jóvenes de nuestros barrios, tendrá en los salesianos una ayuda muy importante, principalmente en la formación de sus animadores y en la interacción de espacios pedagógicos.

En el 40° aniversario de la muerte de Angelelli, alguien que interpretó el mundo juvenil, gestando una respuesta que todavía perdura en el tiempo, entre los múltiples desafíos que se afrontan en La Rioja, “está el de animar la evangelización de su población juvenil. Numerosos niños, adolescentes y jóvenes crecen y habitan los nuevos barrios de una ciudad que se agiganta, atravesados por la misma problemática de todo el país, afligidos por los males de la pobreza, la exclusión, la marginalidad, la falta de oportunidades y la extendida incidencia de las adicciones”, explica Colombo. Y agrega un dato de llamativa importancia: “La Rioja cuenta con la presencia de numerosos estudiantes universitarios, no sólo de la ciudad sino también de las provincias y países limítrofes que encuentran aquí un ambiente ideal para formarse y proyectar profesionalmente sus vidas”.

Sin duda, para el pueblo riojano, la llegada de los salesianos, “que vienen a poner su mano en el arado de la Buena Noticia del Reino de Dios en esta provincia” es para el obispo “una gracia del Señor. ¡Bienvenidos, los esperamos de todo corazón!”
NICOLÁS MIRABET. BUENOS AIRES

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