“Mujer: estudia, te ayudamos”

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La obra bandera de la diócesis de Engativá en el Año de la misericordia

En el marco de la última asamblea plenaria del episcopado colombiano, Vida Nueva les preguntó a varios obispos del país cuáles consideran que son las acciones pastorales prioritarias del momento actual.

Monseñor Francisco Nieto, de la diócesis de Engativá, considera fundamental acceder a una comprensión de la situación de vulnerabilidad que viven muchas personas en cada una de las jurisdicciones y luchar en defensa de su dignidad. “No hay diferencia entre lo que suele llamarse pastoral social y Evangelio”, afirma.

Posesionado hace un año como nuevo obispo de la diócesis que en la actualidad preside, el prelado se encontró con que las mujeres son las más vulnerables en el territorio que abarca su jurisdicción.

Con ocasión del Año de la misericordia, el campo de servicio a las personas y a la sociedad en la diócesis de Engativá diseñó un programa para asistir a las mujeres jóvenes de bajos recursos económicos con el fin de que puedan acceder a una capacitación calificada que les permita competir en el mundo productivo. El programa lleva por nombre “Mujer: estudia, te ayudamos” y es el resultado de una alianza entre la Iglesia local y la Fundación Otero Liévano. La iniciativa responde a la idea de que promover a la mujer es promover la familia; y a la certeza de que la educación desempeña un papel esencial en la transformación social que necesita el país.

Veintisiete jóvenes se han visto beneficiadas del programa en lo que va corrido del año; diez se vincularon a la iniciativa a través de parroquias y están matriculadas en carreras como sicología, medicina veterinaria, ingeniería biomédica, comercio internacional, diseño de modas, entre otras. Son personas de estratos uno y dos, que provienen de sectores de la sociedad con altas tasas de embarazos a temprana edad. Según Karol Andrea Valencia, trabajadora social vinculada a la diócesis, esta es una de tantas problemáticas a las que se pretende hacer frente en el mediano y largo plazo, en una diócesis donde es notoria la figura de la mujer cabeza de hogar y donde muchos de sus habitantes han sufrido el desplazamiento. En 2016 la campaña de comunicación cristiana de bienes se ha orientado a recaudar fondos para financiar el programa, que garantiza un porcentaje del costo de sus estudios a cada joven. Se proyecta que en tres años la diócesis pueda ayudar a cerca de cien personas a través de la iniciativa.

Eliminar los obstáculos

“Es innegable el aporte de la mujer en todas las áreas del quehacer humano, empezando por la familia. Pero con solo reconocerlo, ¿es suficiente? Hemos hecho muy poco por las mujeres que se encuentran en condiciones muy duras; despreciadas, marginadas, incluso, reducidas a la esclavitud; debemos condenar la violencia sexual que sufren las mujeres y eliminar los obstáculos que impiden su plena inserción en la vida social, política y económica”, Francisco.

“Tenemos que comprometernos a que el Evangelio transforme”, afirma Mons. Nieto. Al cierre de la última asamblea de obispos insistía en la necesidad de adelantar una conversión pastoral dentro de la Iglesia, con el fin de que haya una mayor transparencia de la acción misericordiosa. Que la vivencia del cristianismo no se limite a una cuestión litúrgica, decía; sino que llegue a la vida de la gente a través de la acogida, la delicadeza, la ternura y una presencia amorosa. La diócesis de Engativá inspira su labor en la figura del buen samaritano. La promoción de la educación superior entre las mujeres de la jurisdicción es un paso hacia el horizonte que anima el trabajo eclesial: el advenimiento de una ciudad más humana y fraterna.

VNC

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