Rif’at Bader: “Jordania es una casa segura en una calle en llamas”

Rif’at Bader

El sacerdote jordano describe cómo en su país ayudan a los que huyen del ISIS

Rif’at Bader

BLANCA RUIZ ANTÓN | El sacerdote jordano Rif’at Bader transmite, con su simpatía, un mensaje de esperanza y estabilidad del pueblo jordano. A pesar de la complicada situación que afronta Oriente Medio y los 1,5 millones de refugiados que acoge Jordania, Bader no duda en definir su país como “una casa segura en una calle en llamas”.

Se percibe que el sacerdote es de esas personas que ve siempre el vaso medio lleno, y por eso insiste –a pesar de las dificultades– en la oportunidad de integración que se ofrece a los miles de refugiados que llegan al Reino de Jordania huyendo del autodenominado Estado Islámico (ISIS). A pesar de que el 93,5% de su población practica el islam suní, el cristianismo está presente en el país desde los primeros siglos. Así, describe con simpatía cómo cuentan con “el agua bendita del Jordán y la sangre de todos los mártires jordanos”.

En la ruta para escapar de la persecución del ISIS, Jordania es un lugar de paso casi obligado, pero la estabilidad y tolerancia de la que hace gala su sociedad ofrece a los cristianos, en opinión de Bader, “la posibilidad de mantenerse fieles a su fe”. Según explica, en las zonas limítrofes con Siria e Irak, “hay más población de esos países que jordana”. Y destaca que esta acogida masiva y política de puertas abiertas “comenzó hace décadas y nunca ha afectado a la estabilidad del país” porque, a pesar de las diferencias y las dificultades que afrontan otros países de la zona, “en Jordania, cristianos y musulmanes coexisten en armonía y tranquilidad”.

Signos de esperanza

Muestra de ello es la ayuda que el Gobierno de los Emiratos Árabes ha dado a 50 refugiados cristianos que vivían en la parroquia que atiende: “Estos refugiados vinieron a Jordania porque no querían dejar su fe cristiana y la estabilidad de nuestro país se lo permitía. Ahora, los Emiratos Árabes les han facilitado unas casas que pueden alquilar. Se trata de un muy buen signo que un país musulmán ayude de esta manera a refugiados cristianos”. Otro ejemplo de la gran integración social del país es que los cristianos, a pesar de representar el 4,8% de la población, tienen una presencia oficial en el Gobierno. De 24 ministros, cuatro son cristianos, así como nueve miembros del Parlamento.

Con su sempiterna sonrisa, el padre Rif’at destaca, además de la gran labor de Cáritas, el trabajo que otras organizaciones españolas desarrollan en proyectos de ayuda entre los refugiados. “Fundación Promoción Social de la Cultura tiene una escuela para niños discapacitados en el campo de refugiados de Zaatari, el más grande del mundo, y Mensajeros de la Paz está presente en el país desde hace años llevando a cabo cientos de proyectos”, afirma agradecido.

En el alma de Tierra Santa

A pesar de las repetidas menciones en la Biblia, no siempre se considera Jordania como parte de Tierra Santa. Por eso el sacerdote apunta un dato que es definitivo. “Me gusta recordar que, igual que tenemos grupos de peregrinos de España, de Italia y de tantos países que visitan los Santos Lugares de Jordania, también hemos tenido un ‘grupo de Papas’ que los han visitado”, precisa con humor. Y es que Pablo VI, Benedicto XVI y Francisco estuvieron en el lugar del bautismo de Jesús, a orillas del río Jordán. Tampoco olvidaremos nunca cómo san Juan Pablo II fue el primer peregrino en visitar este lugar después de que se reabriera al público en el año 2000”.

En el nº 2.995 de Vida Nueva


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