Luis Miguel Uriarte: “Somos relación y diálogo”

‘Hebras de aire’ (Monte Carmelo)

Poeta y autor de ‘Hebras de aire’ (Monte Carmelo)

Luis Miguel Uriarte

JOSÉ LUIS CELADA | Asegura que la poesía es “una maravillosa forma de conocer, de explicarse, de comprender”. Y así ha tratado de plasmarlo Luis Miguel Uriarte (Madrid, 1957) a lo largo de su obra: Como flores en un laberinto (1996), Antes del recuerdo (2008) y Por caminos inciertos (2014). Ahora, este ingeniero de Telecomunicaciones, casado y padre de dos hijos, publica Hebras de aire (Monte Carmelo), un poemario que nos habla de lazos y de libertad.

PREGUNTA.- ¿Por qué Hebras de aire? ¿Qué se esconde detrás de este título?

RESPUESTA.- El libro se titula Hebras de aire, pero viene con un subtítulo: TÚ-YO. Lo de Hebras de aire me pareció una buena síntesis integradora entre lo que es físico-material y nos toca y nos conforma y nos une a los demás (como hebras), y lo que es espiritual y nos envuelve y da sentido y nos hace radicalmente libres (como el aire, “que sopla donde quiere”). TÚ-YO es la palabra básica; somos relación y diálogo, con las demás personas, con la Naturaleza y el Cosmos, con el Misterio que nos habita en una relación sin distancia. Para mí, un título siempre es algo más que un título, es un lugar que ocupar, un concepto o experiencia a desarrollar.

P.- ¿Sus versos son los del buscador que ha encontrado o los del peregrino que sigue todavía en camino?

R.- Solo en el camino (interior-exterior) se puede producir el encuentro. Somos peregrinos desde el sudor, la suela y el corazón, peregrinos Por caminos inciertos (así se titula justamente mi anterior libro). La felicidad, el amor, la compasión, tú, el Dios “de los mil nombres”, siempre salen al encuentro, comprometiendo todo lo que somos… en el camino.

‘Hebras de aire’ (Monte Carmelo)P.- “Lo contrario de la muerte –escribe– no es la vida, sino la palabra”. ¿Tanta importancia tiene en su vida?

R.- ¡Cómo no! Somos “a imagen y semejanza de Dios” y estamos en lo de seguir a Jesús (la Palabra que se hizo carne). La palabra-amor nos crea, nos sustenta y nos da sentido, nos configura y nos permite entendernos y entenderLo. Palabra que no son solo palabras, sino pura relación tanto con el yo como con el tú, tanto con el otro como con el Otro.

P.- ¿Escribir poesía es una forma de orar?

R.- Orar es estar “en Dios”; la poesía es una buena manera de expresar esa experiencia, aunque por supuesto no es la única, porque la oración se da en el silencio y en la propia vida vivida en profundidad. Tampoco la poesía es solo escribir, sino una maravillosa forma de conocer, de explicarse, de comprender.

P.- Poeta y cristiano. ¿No se siente una “especie” en peligro de extinción?

R.- Una rara avis sí [risas], en extinción espero que no; aunque sí son dos formas de estar “presente” en la vida en permanente evolución, creación y conversión. Ambas esencias, si se viven con honestidad y hondura, se encuentran en la pasión por construir un mundo mejor, más bello, con más sentido, con mayor compromiso y compasión. Si el cristiano se cerrase a una idea de Dios y el poeta a una idea de poesía, se desvirtuarían, se diluirían, y, sí, terminarían por extinguirse.

P.- ¿A quién regalaría su libro?

R.- Me voy a permitir citar textualmente la dedicatoria: “A quienes necesiten ir siempre un poco más allá en sus interrogantes, a quienes busquen experimentar en sí la Vida que nos sustenta y nos da sentido, a quienes sienten a todas las personas, al Cosmos y al Misterio que somos como un TÚ-YO pleno, amoroso, sin distancia. A quien viva su existencia en diálogo permanente entre donación, admiración, palabras, quehaceres, éxtasis y compromiso”. A cualquier persona que necesite, busque, sienta o viva esto le regalaría sin duda este libro.

En el nº 2.994 de Vida Nueva

Compartir