La abundante cosecha de Laudato si’ al cumplir su primer año

Laudato Si'

Diversas entidades celebran el gran eco de la encíclica verde del papa Francisco

Aniversario de Laudato si'

Dos niños reman en barcazas en Navotas (Filipinas)

La abundante cosecha de Laudato si’ al cumplir su primer año [extracto]

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | En el primer aniversario de Lautado si’, Vida Nueva pulsa la opinión de distintos colectivos de Iglesia para conocer su balance de la acogida de la encíclica de Francisco sobre el cuidado de la Casa común. ¿Ha tenido realmente un eco especial (y concreto) en las administraciones y sociedades?

Marco Gordillo, responsable de Campañas de Manos Unidas, tiene claro que “Laudato si’ ha sido muy importante en el contexto mundial, ya que su publicación coincidió con el momento en el que la comunidad internacional, en el marco de las Naciones Unidas, aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en Nueva York y luego el Acuerdo sobre Cambio Climático en París. Sus mensajes han sido leídos y escuchados por actores políticos, económicos y sociales”. Como ratifica, “el eje central de estos mensajes ha girado en torno a la idea de que ‘no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental’. Acabar con la pobreza en el mundo pasa por afrontar al mismo tiempo y con el mismo empeño los problemas ambientales”.

“Si el 70% de las personas –profundiza Gordillo– que padecen pobreza extrema viven en zonas rurales; eso significa que dependen de la salud de los ecosistemas para sobrevivir. Y al contrario, su deterioro es una amenaza, en primer lugar, para las personas más vulnerables del planeta. Es urgente ‘escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres’”. A nivel asociativo, constata, muchas entidades tienen la encíclica como un referente de cara a su acción diaria: “Manos Unidas, por ejemplo, trabaja actualmente en dos campañas basadas en la encíclica. En el ámbito europeo, Cambiemos por el planeta, cuidemos a las personas insiste en que nuestros patrones de producción y consumo forman parte del desafío de vivir de manera solidaria y sostenible. El cambio comienza por nosotros. En España, Si cuidas el planeta combates la pobreza insiste en que nuestros valores, hábitos y estilos de vida están en la base del cambio necesario para combatir la pobreza y el deterioro de la naturaleza”.

Por tanto, para Gordillo, Laudato si’ está llamada a marcar de un modo profundo a esta generación: “Nos obliga a mirar el mundo desde una visión global, en la que todo interactúa constantemente. Nos pide ir a las raíces de la crisis socio-ambiental con aquello que define y analiza como ‘paradigma tecnocrático’, en el que la naturaleza se instrumentaliza y explota en función del lucro, sin importar sus consecuencias sociales y ambientales. Y nos empuja a mirar críticamente hacia nuestro interior, al hacer evidente que todo cambio comienza por nosotros mismos. En resumen, nos aporta un nuevo paradigma, que define como ‘cultura ecológica’ y que ‘debería ser una mirada distinta,un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático’”.

Acogida y asimilada

El jesuita Jaime Tatay, miembro de EcoJesuit, cree que “Laudato si’ sigue generando interés a propios y extraños”. “Defensores y críticos de la primera encíclica ‘ecológica’ de la historia –reconoce– pueden encontrarse tanto dentro como fuera de la Iglesia. Ya sea para alabar la propuesta de la ecología integral, para reafirmar la llamada a la conversión ecológica o para confirmar la existencia de una única cuestión socio-ambiental, muchos la consideran el documento eclesial más valiente y relevante en décadas. Otros, sin embargo, han criticado su excesiva longitud, la inconsistencia de algunos de sus análisis científicos o lo desafortunado de algunas de sus propuestas económicas”.

Laudato Si'A nivel concreto, además de su influencia en el Acuerdo del Clima de París, en la definición de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible o en la elaboración de la Agenda 2030, el religioso percibe la marca de Francisco en “algunas otras iniciativas de Naciones Unidas, como la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, que utiliza la encíclica para cursos on-line que aceleren la implementación de la Agenda 2030”.

Pero, ¿ha sido realmente acogida y asimilada en el propio ámbito eclesial? Para Tatay, “el largo y complejo proceso de recepción de la cuestión ecológica ha entrado ahora en una fase de madurez. La multitud de comentarios y publicaciones de diverso género que ha generado se han visto acompañados en los últimos meses por numerosas iniciativas educativas, espirituales, pastorales y de incidencia política”. Algo que también percibe en nuestra Iglesia en España: “Una clara muestra es la campaña de las organizaciones sociales católicas Si cuidas el planeta, combates la pobreza, o la creación del Movimiento Católico Global por el Clima. Son una buena muestra de la creciente sensibilidad hacia las cuestiones ambientales, así como de la ampliación de miras de la tradicional cuestión social”. Por delante queda, eso sí, “la larga, difícil y gozosa tarea de asumir la nueva cuestión socio-ambiental como un reto institucional, comunitario y personal”.

Gabriel López Santamaría, delegado para España del Movimiento Católico Mundial por el Clima (MCMC), observa que “la acogida ha sido dispar, quizás porque trata temas muy sensibles, como el consumo salvaje, y requiere una conversión profunda y un cambio de vida”. Mirando hacia la Iglesia, desde su entidad perciben que “hay obispos muy activos en el tema y otros que han pasado. En América Latina son los laicos quienes llevan a la práctica Laudato si’. En Ecuador, Bolivia o Brasil hay muchas iniciativas. En Quito, por ejemplo, hay un grupo de laicos organizados para limpiar las calles de la ciudad. En España, el arzobispo de Granada ha sido el más activo con la creación del Instituto Internacional Laudato Si’, y también se han organizado diversos talleres en otras ciudades por las diócesis y congregaciones como jesuitas y franciscanos”.

En el propio MCMC acaban de clausurar la Semana Laudato si’, una iniciativa global que ha agrupado más de 1.000 eventos en todo el mundo, así como la creación de la Guía para eco-parroquias, “un breve documento –explica López Santamaría– que busca orientar a los párrocos en la conversión de sus propias comunidades hacia una estructura eco-sostenible”.

Moratinos: “Ha sido un ‘electroshock’ para los países”

El que fuera ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, hoy presidente de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), asegura a esta revista que “Laudato si’ supuso un electroshock para los países que estaban debatiendo hace un año la nueva agenda global de desarrollo sostenible y un acuerdo sobre el cambio climático. Agradezco a Su Santidad que haya guiado el camino con su liderazgo espiritual. Le debemos esa fuerza de movilización”. A su juicio, “Laudato si’ ha sido una de las encíclicas con mayor impacto, que se publicó en el momento justo y que supuso un nuevo impulso a la agenda medioambiental, como una llamada a defender la dignidad humana”.

En este sentido, Moratinos enfatiza que todos los agentes sociales han de estar unidos en esta lucha; incluidos, obviamente, los religiosos. De ahí que, en el encuentro que, el pasado 25 de mayo, organizó la REDS, invitaran a representantes de los ámbitos político, científico, académico y religioso (en representación del Vaticano acudió Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias). “Necesitamos realizar –anima el político socialista– un trabajo colectivo desde ámbitos distintos si queremos un mundo más sostenible. Por lo tanto, no hay que crispar, sino unir respetando cada espacio espiritual e individual”.

En el nº 2.994 de Vida Nueva


ESPECIAL ENCÍCLICA ‘LAUDATO SI”

 

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