Pensando en vida nueva para Colombia

“Si roban los de cuello blanco y nadie los castiga, ¿por qué no puedo hacerlo yo? ¿Usted piensa de esa manera?

“Si roban los de cuello blanco y nadie los castiga, ¿por qué no puedo hacerlo yo? ¿Usted piensa de esa manera?

Hace muchos meses el señor Timochenko afirmó en La Habana: “Se equivoca el Gobierno si en la negociación nos va a tratar como delincuente”. ¿Qué es, entonces, lo que por casi cuatro años se está negociando con ellos? ¿Cuál paz y con quién?

Una joven universitaria, de regreso a su hogar, en el sur de Bogotá, fue brutalmente golpeada y arrastrada varios metros para robarle su bolso personal. A los primeros transeúntes que se acercaron para ayudarla, les soltó esta queja: “yo creía vivir en un país de humanos, pero no, me toca vivir en medio de bestias”. ¿Usted cómo se siente?

Si los humanos colombianos renegamos del aliento de Dios, nos deshumanizamos, es decir, si renunciamos a pensar y a obrar como humanos; entonces, ¿por dónde debe empezar la misión de la Iglesia?

Finlandia, que tiene quizás el mejor sistema educativo del mundo, en una de las estrofas de su himno nacional, reconoce que no tiene recursos naturales; ni petróleo ni hierro ni carbón, pero tiene el recurso más valioso: su pueblo. La clave es la educación. Colombia es rica en recursos naturales, variedad de climas y tierras fértiles, aptas para toda clase de cultivos, pero no tiene pueblo; y sin pueblo, sin capital humano, no puede pensarse en una nación nueva, próspera, con justicia y equi-dad, amante del trabajo, respetuosa del orden y de la ley. ¿Cuál es su opinión?

Un bogotano que recientemente abandonó el país víctima de la corrupción y la inseguridad, parodiando nuestro himno nacional, se despidió así: “me voy porque hoy no se puede hablar de gloria inmarcesible ni de júbilo inmortal, pues en los surcos de dolores el bien no germina todavía, y los colombianos de hoy no comprendemos las palabras de Aquel que murió en la Cruz”. ¿De acuerdo con él?

“El Socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes, el evangelio de la envidia y su virtud principal es el reparto de la miseria”. Lo dijo hace años el gran Winston Churchill. ¿Será que para allá vamos?

Tal como el pueblo de Israel, hoy en esta patria nuestra estamos postrados ante el becerro de oro, el dinero. Es decir, el billete corrompió el corazón de los colombianos. ¿Estaré exagerando?

Los tratados internacionales, la ONU, la OEA, Unasur, “Todos por un nuevo país”, todo será inútil, nunca viviremos en paz, no habrá orden, ni prosperidad, si los colombianos seguimos ignorando, desafiando la Ley de Dios con decisiones que son verdaderos esperpentos jurídicos. ¿Cómo la ve?

Hay quienes preguntan: si roban los de cuello blanco y nadie los castiga, ¿por qué no puedo hacerlo yo? ¿Usted piensa de esa manera?

El 84% de los niños nacen hoy fuera del matrimonio y el 39% de las parejas viven en unión libre.

La nueva evangelización y la misión son tareas no solo doctrinales sino eminentemente pastorales, pero no la predicación de un cristianismo conformista, rebajado y cómodo. ¿De acuerdo?

“Prohibido rezar en las aulas y en el Concejo porque Colombia es un Estado laico”. ¿Será que otro juez, más adelante, nos va a prohibir creer en Dios? Gabo tenía razón. ¡Viva Macondo!

P. Carlos Marín

Presbítero

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