BOLIVIA: Reacciones ante la nueva legislación

Apenas promulgada la Ley de Identidad de Género comenzaron
manifestaciones de grupos preocupados por sus efectos

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, promulgó el pasado sábado 21 de mayo una ley que permitirá que las personas transexuales, mayores de edad, puedan modificar su identidad en los documentos legales y en los registros públicos y privados, cambiando en ellos su nombre, fotografía y género. “Hoy acaba la historia de una proscripción social. Ustedes son una realidad, es una hipocresía social el negar su existencia”, afirmó el gobernante refiriéndose a este colectivo.

García Linera recordó que “la democracia es reconocimiento de la diversidad” y aludió incluso al papa Francisco, diciendo: “¿quiénes somos nosotros para juzgar y negar el reconocimiento de una persona que ha querido modificar su identidad sexual?”.


Días más tarde, la Plataforma por la Vida y la Familia –que agrupa a distintas organizaciones de la sociedad civil– publicó un comunicado donde califica este hecho como un “golpe letal a las familias bolivianas”. Declarándose en estado de emergencia y movilización permanente, convocó a una “gran marcha por la familia natural” en Santa Cruz de la Sierra, el próximo 22 de junio desde la imagen del Cristo redentor hasta la plaza principal 24 de septiembre.

En su manifiesto se sostiene que organismos internacionales buscan realizar “una colonización de la ideología de género a través de esta y otras leyes”, queriendo imponer “una sociedad sin diferencias de sexos, vaciando así el fundamento antropológico a la familia”, promoviendo “una identidad personal y una identidad afectiva desvinculada de nuestra realidad biológica”. También se alerta que esta ideología será inculcada en los niños “desde el kínder”, enseñándoles que podrán elegir si ser varón o mujer y “que el comportamiento homosexual es natural”. En caso de que un padre se oponga a esta enseñanza, podrá “ser enjuiciado e ir a la cárcel”, se remarca. Finalmente, se advierte sobre la presión internacional que condiciona la ayuda económica a través de proyectos de desarrollo a la aprobación de leyes de este tipo, vulnerando la soberanía nacional.
Varón y mujer

Las iglesias evangélicas han estado marchando por las calles de Santa Cruz de la Sierra y manifestándose en la plaza 24 de septiembre, coreando la consigna “matrimonio hombre y mujer”. Una de las preocupaciones mayores es que esta ley abra la puerta al matrimonio homosexual y la adopción por partes de parejas del mismo sexo biológico.

Por su parte, la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana emitió un comunicado donde expresa su “preocupación y firme rechazo” por la “forma en la que se ha aprobado” este proyecto de ley sin el necesario debate público, consenso y divulgación.

Aclara que la Iglesia católica, “lejos de juzgar o condenar, manifiesta su respeto y solidaridad con las personas y familias que sufren por situaciones de conflicto de identidad sexual de alguno de sus miembros y rechaza toda forma de discriminación y violencia por motivos de identidad sexual”.
Sin embargo, “guiada por los principios de la ley natural y la moral del Evangelio, así como por diferentes aportes de la medicina en esta materia, denuncia que la aprobación y aplicación de esta ley no soluciona los problemas de fondo y puede convertirse en fuente de mayor sufrimiento para las personas y la sociedad”, se sostiene.

Por su parte, el obispo de Oruro y responsable de pastoral de salud, Cristóbal Bialasik, agregó que esta legislación es contraria también a los valores de los pueblos originarios, con su “reconocimiento profundo en la naturaleza de chacha- warmi (sexo masculino y femenino)”.

La agrupación de personas trans bolivianas, Red Trébol, rechazó esta declaración y prepara una demanda por discriminación. La ONU, por otra parte, felicitó al país por esa promulgación.

R. P. LA PAZ

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