'Fátima': la "intifada" de una madre

'Fátima', fotograma de la película

J. L. CELADA | Aunque no estudia medicina como su primogénita, la vida le ha enseñado que el corazón es el primer órgano en formarse. Así es Fátima, una madre pendiente de cada latido de sus hijas, dispuesta a trabajar de sol a sol –a dejarse incluso la salud– para que sus retoños dispongan de las oportunidades que ella nunca disfrutó y puedan labrarse un futuro en la sociedad francesa que un día la acogió.

Esta sacrificada mujer protagoniza y da título al nuevo filme de Philippe Faucon, una historia mil veces contada sobre inmigrantes, precariedad laboral, integración social, diferencias intergeneracionales y batalla sin tregua por la dignidad, pero que hace de la sencillez narrativa y el tono realista sus mejores bazas. Ambos aspectos constituyen también el principal atractivo de los poemarios que –a modo de diario– escribió la marroquí Fatima Elayoubi durante su convalecencia tras una caída, pensamientos trasladados ahora a la gran pantalla por el realizador de origen magrebí.

“Mi alma se inclina ante aquellos que han nacido con difícil acceso a la educación. Me inclino ante aquellos que van a un país cuya lengua no saben hablar y crían a generaciones de jóvenes”. Su confesión no solo nos permite conocer qué piensa nuestra heroína acerca de tantos seres esforzados y anónimos que emprenden un éxodo obligado lejos de su tierra, sino cómo se sintió y se siente ella misma años después de acometer la incierta travesía hacia un destino desconocido y a menudo hostil.

Que emplee el árabe para compartir con sus hijas –nacidas ya en Europa– consejos, preocupaciones y deseos que no pudo transmitirles en francés nos habla de incomunicación, de inseguridades, de desprecio que socava la autoestima personal y el orgullo filial… Situaciones que experimenta a diario y que el director plasma con delicadeza en este retrato familiar de la ‘intifada’ de una madre contra inercias y prejuicios para sacar adelante a sus vástagos; el levantamiento pacífico de una fregona agotada que se resiste a ceder al desaliento, por más que una carrera universitaria sean muchas horas de limpieza.

Entre largas jornadas en domicilios ajenos y las labores domésticas del propio hogar, esta madre coraje (una serena Soria Zeroual) todavía saca tiempo para sus hijas: para la confrontación con la pequeña de la casa y su rebeldía adolescente, o para la complicidad con la recién emancipada aprendiz de doctora. Junto a ellas –y por ellas– adquiere todo su sentido Fátima, gran triunfadora en la última edición de los Premios César del cine galo (mejor película, guión y actriz revelación). ¿Casualidad? En absoluto. En la época del desafecto, nada mejor que el testimonio de una madre para recuperar la pasión.