EN VIVO: Arde Chiloé

Un problema medioambiental en el mar del sur chileno derivó en una crisis social de gran magnitud, calificada por los obispos como “una catástrofe”.

ROBERTO URBINA AVENDAÑO

 “Apenas nos enteramos, fuimos varias mujeres del sindicato a la playa de Mar Brava y vimos que había una espuma verde a lo largo de toda la orilla, era algo que nunca habíamos visto. Comenzamos a caminar y nos encontramos una vaca muerta que había comido cochayuyo; las machas estaban varando muertas, sin la carne adentro y se iban desconchando con las olas”. Así describe Teresa Calfunao, mujer chilota, su primer contacto con la grave crisis en Chiloé. Al poco tiempo muchos miles de peces y mariscos aparecieron muertos en varias playas de la región y una enorme superficie marina contaminada con la marea roja.

“El panorama es devastador: un nivel de mortandad que jamás había visto, no sólo de peces y mariscos, sino también de aves y mamíferos que flotan en el agua y llegan con las mareas al borde de las playas. Cientos de familias desamparadas sin saber qué pasará con su fuente de trabajo y de desarrollo social y cultural”, relata Estefanía González, Coordinadora de Campañas de Greenpeace.

Miles de pescadores artesanales y otros miles de trabajadores relacionados y dependientes de la pesca quedaron sin su fuente de trabajo: el mar y su fauna eran un peligro. El Gobierno decretó alerta ambiental y zona de catástrofe las costas de la Región de Los Lagos con una longitud de más de 400 kilómetros, pero no visualizó la gravedad de la crisis que cumplió dos semanas de manifestaciones.

 

Grave crisis social

Lo que parecía un problema transitorio ya antes visto se transformó en una crisis medioambiental de gran magnitud que derivó en conflicto social. Al pasar los días y las semanas, los miles de pescadores en Chiloé acumularon rabia e iniciaron acciones drásticas para activar a un gobierno que parecía no entender lo que estaba ocurriendo. Se tomaron los caminos y los accesos a la isla de Chiloé impidiendo la llegada al archipiélago del abastecimiento de alimentos y otros recursos indispensables. Al paso de los días la situación se hizo crítica.protesta-chiloe2

Los obispos de Ancud (Chiloé), Juan María Agurto; de Puerto Montt, Cristián Caro; y de Osorno, Juan Barros Madrid, se solidarizaron con los afectados: “frente a la inmensa crisis ambiental y social que se está provocando en nuestra región por el fenómeno llamado ‘marea roja’. Esta situación viene a agravar la crisis del salmón, con sus consecuencias de despidos de trabajadores y de la gran contaminación producida en el mar”. Más adelante afirman que “el bono hasta ahora prometido por las autoridades de gobierno es claramente insuficiente para la subsistencia de una familia y poder enfrentar las dificultades presentes y futuras que lamentablemente se vislumbran. La crisis ambiental y social que está en desarrollo requiere de un diagnóstico amplio, serio y soluciones adecuadas, a través de un diálogo franco y eficaz entre autoridades, dirigentes sociales, empresarios del salmón, biólogos marinos. Propiciamos la formación de ‘mesas de esperanza’ para buscar soluciones integrales, ‘para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza’, como plantea el papa Francisco respecto al ‘cuidado de la casa común’”, propusieron los obispos.

 

Mar contaminado

En esta crisis aparecen tres causas inmediatas: una epidemia en los cultivos de salmones que provocó una gran mortandad en marzo y abril, obligando a echar al mar miles de toneladas de peces muertos y en descomposición; la alta presencia de marea roja que ha tenido a los mitilicultores (cultivo de mejillones) por varios meses sin poder cosechar; y la varazón sin precedentes de fauna marina en la costa oeste de la región.

Jorge Weil, doctor en Economía de la Universidad de París y profesor en la Universidad de Los Lagos ha dicho que “la proliferación de las algas nocivas, como la marea roja, no solo afecta a los bivalvos sino también al cultivo de otros mariscos y peces. Las microalgas tienen en el mar distintos colores según la especie y consumen el oxígeno disponible en las aguas marinas produciendo la muerte súbita de salmones y truchas por asfixia y la producción de toxinas venenosas en los bivalvos”. A esta situación se agregan las nueve mil toneladas de salmones descompuestos por la marea roja y vaciados al mar en la costa de la región de Los Lagos, con autorización de la Dirección General de Territorio Marítimo de la Armada de Chile, del 14 de marzo pasado. La gravedad de este hecho motivó a la alcaldesa de Ancud, Soledad Moreno, presentar una demanda ante el Tribunal Ambiental de Valdivia contra la Armada de Chile y el Servicio Nacional de Pesca y Agricultura.

El gerente general de la Asociación de la Industria del Salmón, Felipe Manterola, explicó que está operando solo el 30% de la industria, provocando pérdidas de exportación que superan los ocho millones de dólares diarios. Recordó que hay más de 25 mil empleados del área de servicios que tampoco pueden operar con normalidad. “Las pérdidas de este sector son tan cuantiosas que no resisten más”, advirtió a los cinco días de iniciado el conflicto.

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Las manifestaciones de los trabajadores que tienen paralizada la región ocasionaron la visita del Ministro de Economía a un diálogo que resultó infructuoso “porque el ministro vino a mediar un arreglo con la misma propuesta que tenía el intendente acá hace días. La mesa de trabajo se quebró”, aseguró el dirigente Jorge Vásquez, en Puerto Montt. Esas manifestaciones provocaron también una fuerte represión policial que intentó, sin éxito, disolver los grupos que bloquean los accesos a la isla y caminos en el continente.

En conversación con Radio Cooperativa, el obispo de Ancud, Juan María Agurto, aseguró que la llegada del contingente policial genera tensión en la población de la isla, e hizo un llamado al Gobierno a sostener un diálogo verdadero, fructífero, con nuevas propuestas. “Estamos muy preocupados por la presencia de Carabineros de las Fuerzas Especiales que ha provocado mucha tensión, mucho temor de la gente”, dijo el obispo. “En Ancud hubo una marcha –agregó– en la cual participé, con entre siete y diez mil personas, y se vio participación de familias completas, con niños, ancianos. Era una manifestación masiva y espontánea”.

El gobierno ofreció un bono como ayuda económica que los dirigentes han rechazado porque no incluye a todos los afectados y por ser muy limitado. A pesar de ello, se comenzó a distribuir a casi dos mil personas, entre las cuales hay quienes han declarado que fueron pescadores hace años y ya no lo son. Para algunos dirigentes esta medida gubernamental es un intento de romper el movimiento y exigen un delegado presidencial con atribuciones para resolver la crisis.

Después de 14 días de protestas la táctica gubernamental de negociar con cada organización separadamente empezaba a dar frutos ya que ocho de ellas han aceptado la oferta del Ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, nombrado Coordinador para esta negociación por la presidenta Michelle Bachelet, en respuesta al pedido de los manifestantes. De este modo se está empezando a normalizar el abastecimiento, las clases escolares y otras actividades vitales para esas comunidades. Sin embargo, en tres comunas mantienen bloqueado el acceso a la Isla Grande mientras el Gobierno no acepte sus condiciones.

Bachelet ha constituido una comisión técnica para analizar el origen del proyecto y presentar un informe científico sobre sus causas buscando abordar también la situación de fondo y de largo plazo, mientras su ministro resuelve la urgencia del conflicto social.

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