La Conferencia Episcopal Española trasladará a Polonia su nueva apuesta por los jóvenes
JOSÉ BELTRÁN | Veinticinco años después de que Czestokowa acogiera una Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Polonia se reivindica como sede. Lo hará este verano, del 26 al 31 de julio, como homenaje a Juan Pablo II, fundador de estos encuentros. La Conferencia Episcopal Española (CEE) confía en que asistirán a esta cita presidida por Francisco unos 30.000 jóvenes, acompañados por 54 obispos. A fecha de hoy este es el número de preinscritos, de los cuales 7.200 ya han formalizado y pagado la inscripción. Se trata de un número inferior al de otras JMJ europeas como París (1997) o Colonia (2005).
“Hay que valorar la valentía y el esfuerzo de los que van a viajar a Polonia a pesar de las dificultades económicas que todavía estamos atravesando y al creciente secularismo”, explicaba el director del Departamento de Pastoral de Juventud de la CEE, Raúl Tinajero, en un encuentro con periodistas. No en vano, en muchos casos los participantes se embarcarán en una peregrinación de hasta dieciséis días en autobús, mientras otros llegarán en avión hasta la capital polaca.
Resulta significativo cómo en esta ocasión, la mayoría de los jóvenes españoles, lejos de alojarse en polideportivos, lo harán con familias del Arciprestazgo de Bochnia. “Cracovia no es una gran ciudad como Madrid y no reúne tantas facilidades en el transporte, pero estamos convencidos de que la alegría, el valor, la fortaleza y el corazón de los jóvenes desbordarán todas las dificultades”, subrayó Tinajero.
Consciente de la urgencia de buscar nuevos lenguajes para “enganchar” a la generación selfie, el Departamento de Juventud ha centrado sus esfuerzos en el encuentro de jóvenes españoles del 25 de julio en el Santuario de la Virgen de Czestokowa. Además de una eucaristía presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, se ha programado un festival de música, en el que participarán, entre otros, Toño Casado y el padre Damián, siguiendo la fórmula del pasado verano en Ávila. Tanto es así que, amén del himno oficial, de corte más clásico, los peregrinos españoles contarán con su propia canción que mezcla techno y rap.
En el nº 2.989 de Vida Nueva
