El obispado de Girona acoge a una víctima de abusos

Francesc Pardo, obispo de Girona, durante la apertura de la Puerta Santa en el Año Jubilar de la Misericordia diciembre 2015

La entonces niña de 10 años habría sufrido abusos por parte de un sacerdote en una excursión parroquial hace 27 años

Francesc Pardo, obispo de Girona, durante la apertura de la Puerta Santa en el Año Jubilar de la Misericordia diciembre 2015

El obispo diocesano Francesc Pardo, durante la apertura de la Puerta Santa por el Año Jubilar de la Misericordia

JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | Recoger el testimonio de la víctima y apartar al presunto abusador. Estos han sido los primeros pasos que ha realizado el Obispado de Girona tras una denuncia de abusos a una menor por parte de un sacerdote diocesano. Los hechos se remontan a 1989. En una excursión parroquial, una niña de 10 años habría sufrido el abuso de un sacerdote que hoy tiene 81 años.

El caso se difundió hace quince días a través de una entrevista radiofónica. El mismo día en el que se conoció el caso, el Obispado comunicó que apartaba preventivamente de cualquier actividad pastoral al sacerdote y que abría la investigación pertinente. También se pusieron en contacto con la víctima que denunció los abusos, una mujer que ahora tiene 37 años.

La semana pasada se inició el proceso diocesano de investigación con el testimonio de la víctima ante un instructor y un notario. De la misma manera que presentó la denuncia ante la policía catalana, la víctima se ha mostrado dispuesta a colaborar con la investigación diocesana. En una entrevista radiofónica, explicó que la aparición de otros casos la empujó a explicar su historia para evitar que pudiera repetirse.

Cuando ocurrieron los hechos, su familia optó por no presentar denuncia y solo pidió a la escuela que la niña dejara de asistir a la clase de Religión que impartía el presunto abusador. La escuela, de titularidad pública, no tomó ninguna medida contra el sacerdote y se desconoce si lo comunicó al obispado. Los hechos coincidieron en el tiempo con el trasladado del sacerdote a otra parroquia y se olvidó todo el tema.

Tolerancia cero

La afectada insiste en la necesidad de romper el silencio que rodeó su caso y saber si hubo otros abusos. Desde el Obispado aseguran a Vida Nueva que trabajan en la misma dirección y que no les constaba hasta ahora acusación alguna contra el sacerdote, ni ningún otro incidente. Y remarcan que si llega cualquier caso al obispado también invitarán a los afectados a denunciarlo ante la policía. Unos días antes de presentar la denuncia, la víctima visitó al sacerdote acusado y en una entrevista privada habría admitido los hechos. La grabación de esta entrevista no se ha hecho pública pero se ha incorporado en la investigación judicial y al proceso diocesano.

Como afirma un comunicado de la Diócesis, la voluntad del obispo Francesc Pardo es aclarar los hechos y colaborar con la justicia siguiendo las directrices de la Santa Sede. Y recuerda el compromiso de actuar con “tolerancia cero” que recoge la nota conjunta de los obispos catalanes del pasado febrero, siendo este es el primer caso de abusos a menores que afecta a la Diócesis de Girona.

En el nº 2.989 de Vida Nueva

 

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