La agenda papal no se da tregua

Rafael Correa

Francisco reafirma su espíritu diplomático al recibir a Bernie Sanders, Evo Morales y el presidente centroafricano

Papa con el presidente de República Centroafricana

El Papa con el presidente de República Centroafricana, Faustin-Archange Touadéra

ANTONIO PELAYO (ROMA)  | ¿Incansable este Papa? Si no lo es, lo parece. Pocas horas después de su agotador viaje a la isla griega de Lesbos, a las 9:15 horas del día siguiente, 17 de abril (IV Domingo de Pascua o del Buen Pastor), Francisco presidía en la Basílica vaticana una misa en la que ordenó sacerdotes a 11 diáconos, procedentes en su mayoría de los seminarios de la diócesis romana. “Por favor, en nombre de Jesucristo –les dijo–, os pido que seáis misericordiosos, muy misericordiosos”.

Poco después, finalizada la oración del Regina Coeli, Bergoglio agradeció a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro que le hayan acompañado con la oración en su visita a Lesbos. “Hemos saludado a casi 300 de estos prófugos, uno a uno –recordó–. Los tres: el patriarca Bartolomé, el arzobispo Ieronymos y yo. Muchos eran niños, algunos de ellos han asistido a la muerte de sus padres y compañeros, algunos muertos ahogados en el mar. ¡He visto tanto dolor, tanto dolor! Quiero contaros un caso concreto, de un hombre joven que no ha cumplido aún 40 años. Lo he encontrado ayer con sus dos hijos. Él es musulmán y me ha contado que estaba casado con una muchacha cristiana, se amaban y respetaban mutuamente. Pero, por desgracia, esta muchacha fue degollada por los terroristas porque no quiso renegar de Jesucristo y abandonar su fe. ¡Es una mártir! Y ese hombre lloraba tanto…”.

Bernie Sanders

Bernie Sanders a su salida del Vaticano

Por otra parte, el martes 19, el Centro Astalli (así llamado por la calle donde tiene su sede) celebraba 35 años de su fundación, decidida en su día por la “visión profética” del entonces general de la Compañía de Jesús, padre Pedro Arrupe. Treinta y cinco años dedicados a los refugiados en el marco del JRS (Jesuit Refugee Service).

El Papa jesuita se hizo presente en el acto con un vídeo-mensaje. “Tantas veces no os hemos acogido –dijo–, perdonad la cerrazón y la indiferencia de nuestras sociedades que temen los cambios de vida y de mentalidad que requiere vuestra presencia. Tratados como un peso, un problema, un coste; sois, sin embargo, un don. Sois el testimonio de cómo nuestro Dios clemente y misericordioso sabe transformar el mal y la injusticia que sufrís en un bien para todos. Porque cada uno de vosotros puede ser un puente que une pueblos lejanos, que hace posible el encuentro entre culturas y religiones diversas, un camino para descubrir nuestra común humanidad”.

El día antes tuvo lugar en el Palacio Apostólico la audiencia al presidente de República Centroafricana, Faustin-Archange Touadéra. Francisco viajó en noviembre a este país, donde recibió una “calurosa acogida”, según se recuerda en el comunicado de la Sala de Prensa vaticana. “Durante las conversaciones –afirma la nota informativa–, se puso de relieve cómo el reciente proceso electoral y la renovación de las instituciones del país se desarrollan en un clima constructivo, al que contribuye el diálogo entre las confesiones religiosas, y se manifestó el deseo de que se abra así un tiempo de paz y de prosperidad para toda la nación. Al mismo tiempo, se puso en evidencia cómo las consecuencias de los conflictos de los últimos años pesan aún sobre la población, subrayando la importancia de que la comunidad internacional siga sosteniendo el desarrollo del país”. Por fin se formula el deseo de que las “buenas relaciones bilaterales (…) se consoliden ulteriormente en el marco de los instrumentos jurídicos previstos por el derecho internacional”.

‘Centessimus Annus’

Organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, ha tenido lugar en el Vaticano un congreso a los 25 años de la encíclica Centessimus Annus de san Juan Pablo II. Entre los asistentes, destacaban Evo Morales (con una ponencia sobre la importancia de los movimientos populares en América Latina) y Rafael Correa, presidentes de Bolivia y Ecuador, respectivamente; el senador demócrata norteamericano Bernie Sanders, candidato a la Casa Blanca; así como el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga. Al coincidir con su viaje a Lesbos, Francisco no pudo participar como hubiera sido su deseo, según desveló el canciller de la Academia, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo.

En vísperas del encuentro, el presidente boliviano fue recibido por el Papa, con el que trató –según el comunicado vaticano– “algunos temas concernientes a la actual coyuntura socio-económica del país, considerando especialmente las políticas sociales”. Morales le entregó tres libros sobre la coca, con este comentario: “Yo la tomo y me hace mucho bien. Se la aconsejo y así le irá bien durante toda su vida”.

Rafael Correa

Sánchez Sorondo con el ecuatoriano Rafael Correa durante el congreso organizado por la Academia de Ciencias Sociales

La presencia del senador Sanders en el Vaticano suscitó diversos comentarios en Estados Unidos, a los que Sánchez Sorondo restó importancia, haciendo notar que ha sido el único aspirante a la Casa Blanca que ha citado al Papa en sus mítines. En su intervención, tras destacar la histórica trascendencia del magisterio wojtyliano, señaló que “la economía de mercado es beneficiosa para la productividad y la libertad económica. Pero si dejamos que la búsqueda de beneficios domine a la sociedad, si los trabajadores se convierten en meros instrumentos del sistema financiero, si las desigualdades del poder y de la riqueza llevan a la marginación de los pobres y los que no tienen poder, entonces el bien común es sacrificado y la economía de mercado falla”.

Después recordó la norma de Francisco en la Evangelii gaudium: “El sistema financiero no debe ser el que manda, sino el que sirve”, y su afirmación en la Laudato si’: “Tenemos la tecnología y el saber hacer para resolver nuestros problemas –desde la pobreza a los cambios climáticos– y tenemos el deber de ponerlos en práctica”.

El encuentro entre el Papa y el senador de Vermont tuvo lugar a las seis de la mañana del sábado 16 en Santa Marta (donde residía el político con su mujer Jane, así como otros participantes en el congreso), antes de que Francisco se dirigiese al aeropuerto para viajar a Lesbos. “Pienso –dijo después a la ABC News– que es una de las figuras extraordinarias no solo del mundo actual, sino de toda la historia moderna del mundo”. El Pontífice, por su parte, se opuso a cualquier interpretación “política” de este fugaz encuentro: “Es una cuestión de educación –aclaró–, no significa mezclarse en política. Si alguien piensa que saludar a alguien es meterse en política, es mejor que se busque un psiquiatra” [risas].

Añadamos para acabar que el consejo de los nueve cardenales (C-9), presidido por el Papa, se reunió por decimocuarta vez del 11 al 13 de abril. Siguen trabajando en la nueva Constitución de la Iglesia.

En el nº 2.985 de Vida Nueva

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