El superior general del Sodalicio en Perú admite los casos de abusos del fundador

Esta Sociedad de Vida Apostólica pide perdón por la lentitud en la respuesta a las víctimas de Figari

Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio de Vida Cristiana SCV en Perú

El fundador del Sodalicio, Luis Fernando Figari

Mª R. LORBÉS Y JOSÉ LUIS FRANCO (IBC, LIMA) | En octubre 2015 se publicó Mitad monjes, mitad soldados, del periodista Pedro Salinas, fruto de una larga investigación junto con Paola Ugaz, que conmocionó a la Iglesia y a la sociedad peruana. El libro contiene varios testimonios de víctimas de abusos sexuales cometido por el fundador del Sodalitium Cristianae Vitae (SCV), Luis Fernando Figari Rodrigo, y otros miembros del SCV, sobre jóvenes en formación, en su mayoría menores. El SCV, comúnmente llamado Sodalicio, es una Sociedad de Vida Apostólica Laical de Derecho Pontificio fundada en 1971 e integrada por laicos y sacerdotes que tienen vida en común; fue aprobada por el papa Juan Pablo II en 1997.

La Conferencia Episcopal Peruana publicó el pasado 2 de noviembre un contundente comunicado donde expresaba su solidaridad con las víctimas y su indignación ante “las denuncias de graves e inmorales actos de abuso sexual y psicológico contra personas inocentes”. Esto ayudó a que el Ministerio Público abriera una investigación de oficio contra Figari.

Por su parte, a finales de noviembre, las autoridades del Sodalicio formaron una comisión dedicada a investigar las denuncias; el objetivo era “ofrecer la máxima asistencia posible a las víctimas” y evaluar los casos específicos. Este grupo se dio un plazo de 150 días y trabajó bajo ciertos parámetros de confidencialidad.

En un principio, el SCV se negó a aceptar públicamente estos hechos, lo que generó numerosas críticas; durante ese tiempo, además, aparecieron testimonios de nuevas víctimas. Por fin, el 5 de abril el superior general del Sodalicio, Alessandro Moroni, hizo público, mediante un vídeo, un mensaje institucional: “Los últimos meses han sido muy duros para la Familia Sodálite, porque nos han confrontado con un pasado lamentable, que volvió como un terremoto al presente a raíz de una serie de denuncias y revelaciones periodísticas”.

“Culpable”

Moroni pide perdón a las víctimas por no haber dado antes una respuesta contundente. Lo más enfático del comunicado es que declara a Figari “culpable de los abusos que se le imputan”, y lo califica de “persona no grata” para el SCV. Añade que “han reiterado a las autoridades del Vaticano para que se decrete su inmediata separación de la Comunidad Sodálite y finalice su insostenible retiro espiritual en Roma”.

El mensaje ha sido claro, pero aún queda mucho por hacer. Si realmente quieren lograr su cometido de cambio, se debe empezar a resarcir de alguna forma el daño causado física y emocionalmente a las víctimas, así como una reparación económica. Por otro lado, la opinión pública reclama una limpieza a fondo de la institución y sus reglas, pues el fundador ha sido superior durante 40 años y es imposible pensar que no haya contado con el silencio “reverencial” de algunos correligionarios.

La Fiscalía abre una investigación

Al cierre de esta nota se ha conocido que Alessandro Moroni, a quien el Ministerio Público citó después de su comunicado, regresaría de inmediato de Brasil. “He cambiado mi pasaje para poder estar ese día en Lima, para poder dar mis declaraciones para el caso de la investigación de Luis Fernando Figari. Cuenten siempre conmigo y con toda mi colaboración”, declaró. La fiscal María Peralta Ramírez explicó la citación urgente: “Si el señor Moroni ofrece ‘perdón a los denunciantes de abuso que por años no tuvieron una respuesta’, suponemos que puede poseer información sobre estas víctimas; por tanto, dicha información debe ser puesta rápidamente en conocimiento de la Fiscalía”. La sociedad peruana vigilará muy de cerca lo que vaya sacando a luz la investigación fiscal sobre este caso.

En el nº 2.984 de Vida Nueva