Después de dos años sin obispo, la Santa Sede ha nombrado obispo de Calama a Óscar Blanco Martínez, de la Orden de la Madre de Dios, de 51 años de edad, quien ejercía de párroco en la ciudad de Rancagua desde hace 10 años. “Agradezco profundamente al papa Francisco la confianza inmerecida depositada en mi humilde persona. Pido a Dios me conceda su gracia y su paz para responder con fidelidad y celo apostólico, el cuidado de su Pueblo”, expresó al ser presentado a la prensa por el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, y su superior Alejandro Abarca. En esa oportunidad envió también un mensaje a los habitantes de Calama: “quiero decirles que he estado rezando mucho por ustedes y mi nueva misión. En la distancia geográfica y en la cercanía del corazón les pido que recen por mí, para que con la fuerza de la oración, la eficacia de la palabra de Dios y la intercesión de la Virgen María, madre de la misericordia y servidora de la vida, entremos juntos en el Año Santo de la Misericordia, con nuevo impulso para los nuevos tiempos de nuestra Iglesia”.
Luego, informó que en acuerdo con el actual administrador de la diócesis de Calama, Enrique Olivé, han programado la consagración episcopal para el próximo jueves 19 de mayo.
Olivé, por su parte, expresó que “después de dos años sin obispo, que el papa Francisco nos haya bendecido con este nombramiento, nos da mucha esperanza y confianza en Dios”. “En nombre de la Iglesia de Calama, agregó, le manifesté la alegría de los fieles por su nombramiento y la disposición para preparar su llegada y encuentro con esta tierra y su gente”.
ROBERTO URBINA AVENDAÑO. SANTIAGO
