Antônio Hohlfeldt. Periodista cultural

Antonio-Hohlfeldt-1

“La dramaturgia actual se aproxima a una preocupación espiritual”

Antes de cumplir 15 años Antônio Hohlfeldt creó un pequeño periódico en la parroquia que frecuentaba, dirigía un medio informativo en el vecindario y escribía para una página infantil dominical en el Correio do Povo, en Porto Alegre (Brasil). “A esas alturas ya había decidido ser periodista aunque también me formé en Letras”, comenta. Hace más de 30 años escribe una columna semanal sobre los espectáculos que acontecen en la ciudad. “Leer mi columna es tener un documento vivo de los espectáculos a los que hemos asistido a lo largo de los años”. Actualmente combina su pasión por el periodismo cultural con la docencia universitaria y la investigación.

¿Qué papel cumple el periodismo en los entramados de la cultura?

La primera función del periodismo es la de informar y, consecuentemente, orientar. De ahí que sirva como instrumento, para el futuro, sobre lo que aconteció en el pasado. Como investigador sé de la importancia de una colección de periódicos para conocer la vida cotidiana de una ciudad. En este sentido, el periodismo es un vehículo cultural fundamental.

¿Cómo se involucró en el mundo del teatro?

Como periodista cultural entrevistaba a los artistas, desde músicos hasta escritores, pasando por las artes plásticas y el teatro. Dado que en la facultad de letras me especialicé en crítica literaria y tuve la oportunidad de tomar disciplinas teóricas e históricas en el curso de dramaturgia, pasé a escribir comentarios sobre espectáculos. Desde hace varios años escribo la columna semanal de teatro del Jornal do Comércio.

¿Es posible gestar una sociedad más fraterna a partir de las artes?

Todas las artes son eminentemente humanistas; si no, dejan de tener el sentido de arte. Más aún, el arte es una elevación del espíritu que se torna universal. Ahora, no hay universalidad sin paz, sin fraternidad, sin la valoración de la humanidad en sí.

Como crítico de teatro, ¿cómo pondera las dialécticas entre dramaturgia y espiritualidad?

Existen ilaciones directas en dramaturgos como el francés Paul Claudel, o indirectas en dramaturgos como el brasileño Ariano Saussuna, recientemente fallecido. Hay, aun, aquellas relaciones más distantes que se derivan del desarrollo de la propia obra dramática. Si tomo a un dramaturgo como Arthur Miller, por ejemplo, aunque él no fue, en sí, alguien preocupado por la espiritualidad, sin embargo, su denuncia del capitalismo como corruptor del ser humano, desnaturalizándolo, evidentemente alcanza niveles de espiritualidad.

¿De qué forma la dramaturgia actual visibiliza la experiencia espiritual del ser humano?

Considero que ser dramaturgo implica un cierto apostolado. Estoy pensando en una dramaturga inglesa, fallecida hace poco, Sarah Kane, cuya obra, muy dura y densa, es una denuncia elocuente de la falta de sensibilidad de las personas con los otros. De algún modo, creo que la dramaturgia contemporánea ha vuelto a las mismas preocupaciones que marcaron la tragedia griega, sobre todo en Sófocles y Eurípides: la pérdida de la sensibilidad humana en nombre del poder político, del dinero, de la fama, etc. Y en este sentido, la dramaturgia actual se aproxima a una preocupación espiritual en defensa del ser humano.

¿Qué autores recomienda para los buscadores de espiritualidad en el teatro?

Ya he citado a Paul Claudel y a Ariano Saussuna. En Brasil tenemos a Raquel de Queiroz y Jorge Andrade (Milagro en la celda, por ejemplo, denuncia la tortura infringida en tiempos de la dictadura a los presos, inclusive religiosos), Guilherme de Figueiredo y, por increíble que parezca, Nelson Rodrigues.

DICTO SENTENCIA

  • Es magíster y doctor en Letras con pos-doctorado en periodismo.
  • Ha sido concejal durante 20 años y vicegobernador de Rio Grande do Sul por cuatro años.
  • Fue presidente de la Sociedad Brasilera de Estudios Interdisciplinares de la Comunicación (Intercom). Actualmente investiga la historia del periodismo de lengua portuguesa.
  • Es autor de decenas de libros de crítica literaria, literatura infantil y juvenil, y comunicación social.

Óscar Elizalde

Compartir