“No debería ser noticia que una mujer presidiera CONFER”

Mariña Riós y Luis Ángel de las Heras

Superiores y superioras mayores se pronuncian después de que Mariña Ríos asumiera esa labor de manera interina

Mariña Ríos y Luis Ángel de las Heras

Luis Ángel de las Heras y Mariña Ríos

“No debería ser noticia que  una mujer presidiera CONFER” [extracto]

JOSÉ LORENZO | Por primera vez en sus casi 63 años de historia, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) está presidida por una mujer. Aunque sea en funciones, y hasta el próximo mes de noviembre, cuando la entidad que aglutina a los casi 48.000 religiosas y religiosos españoles celebre su asamblea general, donde se elegirá al sustituto del claretiano Luis Ángel de las Heras, nombrado el 16 de marzo nuevo obispo de Mondoñedo-Ferrol.

Fruto de este nombramiento episcopal, el consejo general de esta organización aceptó formalmente el 31 de marzo la renuncia de De las Heras y la designación como presidenta interina de Mariña Ríos, hasta entonces vicepresidenta. “No tengo temor alguno al hecho de que por ser mujer se me puedan cerrar puertas en alguna estructura”, señaló a preguntas de Vida Nueva cuando se hizo pública la noticia de esta sustitución la actual superiora provincial de la Orden de la Compañía de María, cargo para el que puede ser reelegida en el capítulo que celebran en julio, y condición obligatoria para poder seguir optando a la presidencia de CONFER.

“Los estatutos de CONFER exigen que el cargo de la presidencia lo asuma un superior mayor: puede ser indistintamente varón o mujer. Por tanto, no existen razones por las que una mujer no pueda ser presidenta, aunque históricamente los presidentes han sido varones”, apunta a esta revista María Ferrández Palencia, priora provincial de Congregación Romana de Santo Domingo, Provincia de España. “La razón fundamental –añade la religiosa dominica– es la dificultad de encontrar hermanas con disponibilidad de tiempo para asumir ese servicio. En realidad, esta dificultad existe cada vez más, tanto entre los hombres como entre las mujeres, dado lo que supone la propia tarea de superiores mayores”.

No hay candidatas

La secretaria general de la CONFER, Julia García Monge, ratifica que no hay ningún punto en los Estatutos que impida que una mujer acceda a la presidencia. “Tal vez la razón por la que desde la unión de la CONFER Masculina y Femenina no haya habido ninguna mujer presidenta de la CONFER responda a situaciones concretas que hoy están superadas. Sin embargo, la dificultad mayor creo que reside en las propias mujeres, en este caso en las superioras mayores. No resulta fácil que se presenten como candidatas. Y no creo que sea por no querer prestar este servicio a la Vida Consagrada, ni por preparación, porque la tienen. Tal vez nos ocurre lo que nos decía, con mucho gracejo, Dolores Aleixandre: ‘Las mujeres nos exigimos para diez y creemos que no vamos a estar a la altura’. Es posible, también, que las mujeres no hayamos aprendido a delegar y la función de gobierno nos imposibilite otros servicios. Aunque somos tres veces más que los hombres y, por tanto, en las votaciones lo tendríamos muy fácil, en la CONFER esta ha sido una realidad, que espero vaya cambiando”, señala esta religiosa de las Hijas de la Divina Pastora.

“No tendría que ser noticia que una mujer presidiera la CONFER. Debería ser algo normal”, señala su hasta ahora presidente, De las Heras, quien cuando fue elegido en 2013 expresó su deseo de que, al acabar su mandato, le sustituyera una religiosa. Tampoco encuentra impedimentos jurídicos ni recelos eclesiales. “Y si alguien tiene esos recelos, es que no entiende el momento que estamos viviendo en la Iglesia. En los obispos con los que trata CONFER, hemos encontrado normalidad, apertura y cordialidad a la hora de trabajar con las religiosas”.

El obispo electo estima, más bien, que “habiendo como hay mujeres muy bien preparadas, muy capaces para alentar, animar y acompañar a la Vida Consagrada”, la razón de que no haya habido presidentas estaría en que “tienen mucho trabajo en sus congregaciones, muchas de ellas inmersas en procesos de reunificación…”. Aunque no descarta que “otras no se atreven a dar un paso al frente por un ambiente un tanto machista, y no solo en la Iglesia”.

También apuesta “por la normalidad y no la excepcionalidad” en esta cuestión Miguel Ángel Cortés. El provincial de la Compaía de María de España, en todo caso, subraya que, “hay que buscar a la persona más adecuada y no dar preponderancia al hecho de que sea hombre o mujer. Si la persona más adecuada es una mujer, me parece fantástico que haya una presidenta”.

El obispo de Tarazona, Eusebio Hernández Sola, señala con absoluta normalidad a Vida Nueva que le parecería “muy bien” que una mujer fuera la presidenta de la Vida Consagrada española. “Ya hay en otros otros países”, afirma, recordando su época como director de departamento en la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSA), cuando viajaba a menudo para encontrarse con los religiosos y religiosas de todo el mundo.

“De hecho, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR) está presidida por una mujer”, señala este agustino recoleto, subrayando la importancia de una instancia que aglutina a 22 países. Y cree que su opinión es compartida por muchos en la Conferencia Episcopal, pues las relaciones con la Vida Religiosa “están mucho mejor que antes y este paso adelante lo consideraría bien una mayoría de obispos”. Tampoco ve impedimento canónico. Por tanto, para él, “ni jurídica, ni eclesial ni sociológicamente, pues son mayoría, encuentro ningún inconveniente a que haya una presidenta”. Ahora, pues, depende de ellas.

En el nº 2.982 de Vida Nueva

 

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