CHILE: Para atender a inmigrantes

Un aporte para muchas familias que han llegado a la ciudad de Iquique es el Centro Abierto Infantil Marillac, inaugurado recientemente. Acoge a 30 niños de 3 a 5 años pertenecientes a familias migrantes y es una obra de las Hijas de la Caridad, presentes en esta diócesis desde comienzos de los 90.

Después de varios años acompañando comunidades del Altiplano, en Cariquima, abrieron el Hogar San Vicente de Paul, una de las obras emblemáticas del servicio social para los más pobres y excluidos en Iquique.

El 2011 asumieron un nuevo servicio pastoral instalándose en la localidad de Pisiga, en la frontera de Chile y Bolivia, acogiendo a mujeres migrantes, integradas en una comunidad de religiosas provenientes de esas naciones y del Perú, como signo de colaboración y fraternidad entre naciones hermanas. A partir de esta experiencia buscan atender necesidades que van descubriendo y así llegaron a esta nueva obra al servicio de los más necesitados.

La inmigración en Chile ha cuadruplicado su población desde 1990, según datos de Naciones Unidas. La Iglesia ha aumentado sus esfuerzos, a través de congregaciones religiosas y organismos de acción social de las diócesis, para colaborar con estas miles de personas que muchas veces sufren maltrato o pasan penurias por falta de recursos.

En la inauguración del Centro, María Isabel Ruiz, superiora provincial de las Hijas de la Caridad, señaló. “esta es una pequeña obra fruto de numerosos esfuerzos que las hermanas han realizado durante un año, poniendo todo el ardor de su vocación con el único fin de contribuir con un granito de arena a que nuestro mundo sea un poco más humano y que los niños, que son el futuro, crezcan con menos sufrimiento y más ilusión por la vida”.

ROBERTO URBINA AVENDAÑO. SANTIAGO

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