Europa cierra la puerta a los refugiados

Hasta 100.000 personas podrían quedarse varadas en Grecia estas semanas

refugiados-grecia-2-G

Europa cierra la puerta a los refugiados [extracto]

REMEI CALABUIG (IDOMENI) | La ruta de los Balcanes, el camino utilizado por miles de refugiados para llegar desde Grecia hasta el centro de Europa, toca a su fin. La cumbre entre la Unión Europea y Turquía de este martes 8 en Bruselas ha certificado que las fronteras seguirán cerradas para las más de 36.000 personas que esperan en el país heleno tener la oportunidad de empezar de cero. Además, serán devueltos a Turquía todos los “migrantes irregulares”, incluidos los refugiados sirios.

ACNUR ha advertido de que la situación en Grecia es límite y puede desencadenar una crisis humanitaria, ya que el país heleno, sumido desde hace años en una complicada situación económica, no puede proporcionar cobijo y asistencia básica a las miles de personas que se han quedado atrapadas. Hileras e hileras de tiendas de campaña se vislumbran a lo largo de una enorme extensión de campo en el paso fronterizo de Idomeni, que separa Grecia de Macedonia. Allí, 14.000 personas malviven en condiciones dramáticas. Duermen en endebles tiendas de campaña que tienen que comprar, sin apenas mantas y con la comida que reciben de las ONG.

“Estamos viviendo un infierno. Que nos permitan cruzar la frontera o que nos dejen volver a Atenas o a Turquía”, clama Naser, un joven sirio de Alepo, que asegura que ha perdido toda esperanza en Europa y solo quiere hallar un lugar seguro para ir con su familia.

Idomeni, un lodazal

Un simple paseo basta para comprobar cómo las lluvias, que en los últimos días han sacudido con fuerza la región, han convertido el campo en un lodazal. Aunque los niños corretean ajenos al drama, muchos están enfermos y las colas para recibir asistencia médica se alargan entre dos y tres horas. A la entrada del campo, el monje Bartolomeos habla con unos jóvenes refugiados. Es su primera visita y quiere hacerse una idea de cuáles son sus necesidades para después traer hasta aquí los productos más requeridos. “Este campo es la demostración de que la humanidad ha fallado”, asegura el religioso ortodoxo, que vive en el monte Athos, un territorio autónomo en el norte de Grecia formado por 20 monasterios ortodoxos.

refugiados-grecia-G

Unos 14.000 refugiados malviven en Idomeni, el paso fronterizo entre Grecia y Macedonia

En su opinión, cada uno tiene que preguntarse hasta qué punto está dispuesto a ayudar en situaciones como estas, que exigen que las sociedades asuman los resultados de sus acciones. La puerta que conduce a Macedonia es uno de los puntos más calientes del campo. Sentados en corrillos, cientos de personas esperan su turno. En las últimas horas, menos de 200 sirios e iraquíes, las únicas nacionalidades que tienen permitido el paso, han entrado en el país vecino.

“Estamos aquí desde primeras horas de la mañana. Puede que podamos cruzar hoy o mañana”, dice Mohamed, que se ha salido un momento de la cola tras asegurarse de que su hermano le guarda el sitio. La frontera abre y cierra intermitentemente y nadie quiere perder el turno. Este joven sirio espera dejar atrás diez días de espera en los que apenas han podido dormir o asearse. Su esperanza es llegar a Alemania, continuar allí sus estudios de filología árabe y poder dedicarse a su pasión, escribir poesía.

Con las fronteras cerradas y la llegada incesante de botes a las islas del Egeo, el número de hacinados aumenta cada jornada. Nuevos solicitantes de asilo, que llegan andando y cargando todas sus pertenencias desde la estación de servicio más cercana, a unas dos horas de marcha, se suman a la población de Idomeni. Si las peores previsiones se cumplen, 100.000 personas podrían quedarse varadas en Grecia en las próximas semanas.

Rechazo de la Iglesia

Cáritas, CONFER, Justicia y Paz y el Sector Social de la Compañía de Jesús han mostrado su “consternación” tras la cumbre entre la UE y Turquía sobre los refugiados. En un comunicado publicado el martes 8, denuncian lo que ven “un acuerdo inédito, que supone un giro radical en la política migratoria y un serio retroceso en materia de derechos humanos”. Un “escandaloso colofón a la larga serie de acciones caóticas, confusas y represivas” que, concluyen, es propio de “una Europa de los mercaderes”. La Comisión Episcopal de Migraciones de la CEE se ha unido a esta denuncia y ha mostrado su “profundo dolor”.

En el nº 2.980 de Vida Nueva

 

LEA TAMBIÉN:

Compartir