‘Sueños de sal’: cuatro héroes retan a la crisis

La cinta de Alfredo Navarro ha recibido el Goya al mejor documental

'Sueños de sal',  fotograma de la película

J. L. CELADA | La crisis está dejando casi tantas películas como deudas. Sobre todo, títulos que nos muestran cómo se gestó el crack económico-financiero de 2008: Inside Job (2010), Margin Call (2011), La gran apuesta (2015)… Menos habituales –o publicitados– son esos otros que han decidido fijarse en sus dolorosas consecuencias: Dos días, una noche (2014), Techo y comida (2015)… Apartado donde bien podríamos incluir el último Goya al mejor documental, Sueños de sal, la sorprendente “historia de un pueblo que siempre se levanta”, personificada en las vidas de varios vecinos de la localidad alicantina de Novelda.

Allí, como en incontables rincones de la geografía española, donde antes había industria, cultura o deporte, ahora solo quedan escombros; donde florecían tantas esperanzas, hoy solo asoman el polvo y la soledad. Sobre este desolado paisaje de esqueletos de ladrillo y hormigón, la cámara de Alfredo Navarro nos invita a descubrir y compartir los sueños de sus protagonistas, cuatro héroes de carne y hueso dispuestos a seguir conservando la ilusión frente a las embestidas de un tiempo incierto. Cuatro ejemplos de lucha cuyo espíritu de superación desafía no solo los efectos de la crisis, sino sus limitaciones personales, hasta el punto de transformar cualquier obstáculo en oportunidad.

A falta de un guión que rodar, la idea original de Jesús Navarro Alberola mezcla ficción y realidad, encomendando a quienes ponen voz y rostro a este docudrama el encargo de recrear sus propias situaciones vitales. El resultado es un retablo humano que rebosa espontaneidad y ternura, alejado de filigranas técnicas (la extraordinaria música del compositor local Óscar Navarro constituye una excepción a la sencilla apuesta formal de la cinta) y sustentado en una verdad que no entiende de interpretaciones, la que brota del corazón.

Porque así son y así se comportan Mariano (63 años), un camionero que sueña con aprender a tocar la guitarra; José Simón Cánovas, Comino (34), profesional del Muay Thai o boxeo tailandés, deseoso de viajar a Tailandia para mejorar la práctica de este arte marcial; Irene (22), una joven con espina bífida a la búsqueda de su primer empleo para lograr independizarse y tener una casa donde poder recibir a sus amigas; y Alejandro (13), un niño ciego que toca el piano, siempre presto a meterle un gol a su discapacidad con la inestimable compañía de su hermana pequeña Anaïs. Ellas y ellos encarnan a esa masa de gente corriente y anónima que, cuanto más aprietan las circunstancias, mayor empeño pone en salir adelante.

Sueños de sal nos habla de fe y de solidaridad (conciertos benéficos, sorteos de Cruz Roja, visitas a Cáritas…), los dos últimos pilares capaces todavía de sostener nuestra malherida sociedad del bienestar. Quizá lo único que nos queda para creer en el futuro.

 

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Sueños de sal.

DIRECCIÓN: Alfredo Navarro.

IDEA ORIGINAL: Jesús Navarro Alberola.

FOTOGRAFÍA: Alfredo Navarro.

MÚSICA: Óscar Navarro.

PRODUCCIÓN: Juan Carlos Escandell.

INTÉRPRETES: Alejandro Martínez, Irene López, Mariano Lacruz, José Simón Cánovas, Anaïs Martínez.

En el nº 2.979 de Vida Nueva

 

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