‘Nahid’: mujer y madre al estilo iraní

'Nahid',  fotograma de la película

J. L. CELADA | Si ser mujer y madre separada no pocas veces constituye un ejercicio de supervivencia, en sociedades como la iraní casi adquiere el rango de milagro. Bien lo sabe la joven mecanógrafa con un hijo preadolescente que da título a Nahid, ópera prima de Ida Panahandeh y penúltimo eslabón de una cinematografía habituada a sortear la censura y los férreos controles de las instituciones a base de imaginación y talento. Jafar Panahi, sometido a arrestos domiciliarios e inhabilitaciones profesionales, ya tomó esa senda con su Taxi Teherán (2015). Y hubo alguno, como Asghar Farhadi, que hasta conquistó el Óscar por Nader y Simin, una separación (2011).

Aunque sin alcanzar el nivel exhibido por ambos realizadores –fundamentalmente, el compromiso del primero–, nuestra debutante descose también las costuras de su país, atrapado entre arraigadas tradiciones y ciertos impulsos de modernidad. Un universo de contrastes y contradicciones que ayuda a explicar mejor el drama cotidiano de la protagonista de esta historia (la bella Sareh Bayat), cuyo acuerdo de divorcio le permite tener la patria potestad del menor (por ley, la custodia le corresponde al padre) con una única condición: no volverse a casar.

Los hechos transcurren en Anzali, una pequeña localidad costera a orillas del mar Caspio, donde esta heroína contemporánea hace frente con ingenio y coraje a las deudas económicas (alquiler, colegio…), las habladurías del vecindario y el repudio de sus parientes en nombre del honor y la buena reputación. Su absoluta indefensión legal y familiar no solo delata el desconcierto de quien parece estar perdiendo las riendas de su vida, sino que le impide disfrutar de la relación clandestina con un empresario viudo dispuesto a convertirse en su esposo.

Sin alardes técnicos ni narrativos, la directora persa retrata la complejidad de las relaciones humanas, mientras denuncia veladamente los mecanismos de un sistema sostenido por prejuicios y rancios preceptos de raíz religiosa, que obliga a alguien a elegir entre volver a sentirse mujer y amar a un hombre o entregarse en cuerpo y alma como madre al cuidado y educación de su vástago. Un matrimonio con fecha de caducidad será la triquiñuela judicial ideada para evitar que su exmarido, en permanente rehabilitación de sus adicciones, le quite al chaval. Pero su corazón no entiende de atajos ni argucias. Tampoco de frases hechas o finales felices.

Así es Nahid, una película sencilla, contenida, directa, que huye de los grandes discursos y de las sobredosis de azúcar para bajar a la arena de la realidad y recordarnos cuánto cuesta todavía ser mujer en la patriarcal Irán.

 

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Nahid.

DIRECCIÓN: Ida Panahandeh.

GUIÓN: Ida Panahandeh y Arsalan Amir.

FOTOGRAFÍA: Morteza Gheidi.

MÚSICA: Majid Pousti.

PRODUCCIÓN: Buijan Emkanian.

INTÉRPRETES: Sareh Bayat, Pejman Bazeghi, Navid Mohammad Zadeh, Milad HosseinPour, Pouria Rahimi, Nasrin Babaei.

En el nº 2.977 de Vida Nueva

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