“Durante estos cinco años no hemos vivido ningún progreso en Haití”

grupo de jóvenes opositores en Haití se manifiesta contra el presidente Michel Martelly cuando dimite febrero 2016

Una religiosa española en el país confirma a VN que “el presidente Martelly nos deja un país caótico”

grupo de jóvenes opositores en Haití se manifiesta contra el presidente Michel Martelly cuando dimite febrero 2016

Un grupo de opositores se manifiesta contra el presidente Martelly el día de su dimisión

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | En medio de una profunda convulsión, Michel Martelly ha dejado de ser, desde el 7 de febrero (cuando expiraba su mandato de cinco años), presidente de Haití. Jocelerme Privert, su sustituto interino desde el día 14 y hasta ahora presidente del Senado, será el encargado de convocar al fin la segunda vuelta de las elecciones para dirimir quién es definitivamente el nuevo líder del país. Y es que, tras la primera vuelta, en la que el candidato favorito de Martelly no había logrado los apoyos necesarios, el hasta ahora presidente bloqueaba la convocatoria de unos nuevos sufragios, retrasando la convocatoria que estaba fijada para el 24 de enero.

Matilde Moreno, religiosa española del Sagrado Corazón, hace balance en Vida Nueva de los hechos de estas semanas y saluda la salida de Martelly: “Durante estos cinco años no hemos vivido ningún progreso. Ni la justicia es más justa, ni la economía más floreciente, ni la democracia posible. Lo que sí ha subido enteros es la desmesura del desastre: los pobres son más pobres, los jóvenes profesionales siguen emigrando, no se han convocado las elecciones que la Constitución prevé para la renovación porcentual de las cámaras, la presencia de los cascos azules (que nos trajeron el cólera y otros males y que poco están sirviendo para frenar abusos y atropellos) se eterniza y la desesperanza del pueblo crece”.

Una pésima gestión que, a su juicio, se ve coronada del peor modo posible: “Martelly nos deja un país caótico porque manipuló, más allá de lo disimulable, la primera vuelta de las elecciones presidenciales, queriendo vender al pueblo que su candidato, desconocido por todos hasta el comienzo de la campaña electoral, había sido el más votado. Nadie pudo creerlo y la calle se ha llenado durante meses de rabia, violencia, protestas y muertos”.

Dudas del proceso

Ahora se abre la esperanza, aunque tenue: “El presidente interino cuenta con 120 días para resolver la crisis. La Constitución no estaba preparada para dar respuesta al caso hipotético de que un presidente se marchara sin tener elegido al siguiente, por lo que las cámaras han tenido que inventar una salida. Después de una semana de negociaciones e insomnios, han conseguido nombrar a Privert”.

Sin embargo, Moreno ve negativo que el sucesor haya sido hasta ahora el máximo representante del Senado, por lo que le asaltan no pocas dudas: “¿Es legítimo que alguien sea juez y parte? Ha sido elegido para convocar la segunda vuelta de las elecciones y el pueblo va a seguir sin querer comulgar con el fraude… ¿Cuatro meses más de violencia y despropósitos? ¿Un presidente nombrado interinamente para un fin concreto estaría legitimado para convocar un proceso electoral nuevo? ¿Con qué dinero lo haría? ¿Qué hará el ejército que Martelly formó durante estos años y que, aunque oficialmente no existe, ya se ha ofrecido públicamente para dar un golpe de Estado?”.

“Estamos muy cansados –concluye la religiosa–. Nos sobran la corrupción, dirigentes inútiles, violencia, miseria y hambre. Nos faltan posibilidades para que este pueblo, en su gran mayoría noble, valiente, luchador, resiliente, trabajador, acogedor y paciente, tenga la posibilidad de ser protagonista de su historia para crear la sociedad justa y libre con la que todos soñamos”.

En el nº 2.977 de Vida Nueva

 

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