Una ley de Memoria Histórica que olvida quiénes fueron víctimas

El Ayuntamiento de Madrid reactiva el debate sobre su aplicación tras eliminar y volver a colgar una placa de mártires carmelitas

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Placa en homenaje a los frailes en el cementerio de Carabanchel Bajo

RUBÉN CRUZ | “La presente Ley tiene por objeto reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución violenta, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar…”. Así reza el artículo 1 de la Ley de Memoria Histórica. Por ello, eliminar la lápida que recuerda a ocho beatos carmelitas fusilados durante la Guerra Civil “es completamente contrario al espíritu y la letra del articulado. La Ley de Memoria Histórica es una ley muy mal conocida por quienes ahora quieren aplicarla en Madrid”.

Son palabras de Alfonso Bullón, director del Instituto CEU de Estudios Históricos, en conversación con Vida Nueva. Así, el Ayuntamiento de Madrid rectificó el pasado 3 de febrero y volvió a colocar –en torno a las 9:30 de la mañana, como confirmó un operario a esta revista– en el Cementerio de Carabanchel Bajo la placa en homenaje a los frailes que, sin avisar, retiró el 29 de enero.

La corporación tomó la decisión de restituirla tras una reunión del equipo jurídico, que llegó a la conclusión de que la placa no incumple la Ley de Memoria Histórica y ha asumido que su eliminación se produjo a causa de un “error interno”. El propio Arzobispado de Madrid apuntó en un comunicado que le sorprendía y preocupaba la retirada. A su vez, entendían que “se trata de una confusión, pues supondría una inadecuada aplicación de la Ley de Memoria Histórica, dada la exclusiva condición de víctimas de los carmelitas, pacíficos testigos de la reconciliación a la que todos debemos contribuir”.

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Entrada al cementerio de Carabanchel Bajo

El consistorio madrileño ha comenzado a eliminar los “monumentos franquistas” de la capital. Así, recordó que en los próximos días se quitarán otros cinco hitos, entre ellos dos placas dedicadas al diputado asesinado antes del inicio de la guerra, José Calvo Sotelo. El mismo martes 2 de febrero tiró el monolito en recuerdo del Alférez Provisional, que se levantaba en el barrio de los Jerónimos, y la lápida al falangista José García Vara, situado en la calle Arrieta. No obstante, comenzaron el viernes 29 de enero por la lápida conmemorativa de los carmelitas, colocada en 1961.

Postulador: “Nos sentó muy mal que se eliminara la placa”

Pero, ¿es equiparable esta placa a una lápida en homenaje a un falangista? “Nos sentó muy mal que se eliminara la placa, porque los ocho beatos, lejos de utilizar la violencia, la sufrieron en sus propias carnes”, indica a este semanario Rafael María López Melús, coordinador de la postulación de la causa de estos beatos.

Y es que a finales de julio de 1936, los republicanos desalojaron el convento de El Carmen en Onda (Castellón). A Madrid llegan a parar los ocho carmelitas, que unas semanas después, el 18 de agosto de 1936 son fusilados a las puertas del Cementerio de Carabanchel Bajo.

Además, el cariño de los padres carmelitas por este campo santo es tal que en octubre se trasladaron desde Valencia para enterrar allí a un hermano, según señala Melús. Curiosamente, él atiende el teléfono desde el mismo lugar donde hace 80 años estos jóvenes religiosos se vieron obligados a huir.

Mártires religiosos

La placa que ha desatado la polémica nombra simplemente a los carmelitas. Y en su final se puede leer: “En el XXV aniversario de su inmolación”. Es esta alusión al martirio a la que el Consistorio se agarró para quitarla.

El P. Melús celebra la marcha atrás del Ayuntamiento, porque “los religiosos murieron por sus creencias religiosas, no hicieron daño a nadie, lo que pasa es que hoy en día la religión está muy mal entendida por muchos”.

Así, el fraile confía en que el papa Francisco pueda canonizar pronto a los ocho carmelitas, beatificados en 2013 en Tarragona junto a centenares de mártires más. La decisión de eliminar todos los “vestigios” del franquismo obedece a la propuesta del PSOE para cambiar antes de verano el nombre de 30 calles que hacen referencia a la dictadura franquista y que se aprobó en el pleno municipal del 22 de diciembre con el respaldo de Ahora Madrid y Ciudadanos.

La polémica suscitada el martes 2 de febrero por la celeridad con la que el Ayuntamiento toma decisiones<, provocó la irá del PP, que acusó a la alcaldesa Manuela Carmena de estar “acabando a martillazos con la reconciliación nacional y con la transición política y la Constitución de 1978. No quieren aplicar la Ley de Memoria Histórica, quieren aplicar el sectarismo histórico”. Incluso amenazó con una denuncia, que, al retractarse el Consistorio, decidió posponer.

Los bautizos civiles ya están aquí

El Ayuntamiento de Torremolinos celebrará su primer bautizo civil a mediados de este mes. Esta nueva práctica ya es una realidad en otros consistorios de la provincia malagueña como Mijas, Casares, El Borge o Antequera. En un pleno del pasado mes de septiembre, la corporación aprobó esta moción a propuesta del PSOE, contando con el apoyo de Ciudadanos e Izquierda Unida. Sin embargo, el Partido Popular se negó y Podemos se abstuvo. El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) ya recoge la ordenanza con el eufemismo “ceremonias de presentación del nombre y bienvenida social”. El Consistorio se embolsará con cada bautizo civil 50 euros. Asimismo, se habilitará la Casa de los Navajas, un palacete de estilo neomudéjar y declarado de interés histórico para estas ceremonias. Al finalizar la celebración, los menores recibirán como obsequio la entrega de un ejemplar infantil de la Constitución Española y la plantación de un árbol en el jardín botánico que se abrirá próximamente en el municipio andaluz.

En el nº 2.975 de Vida Nueva

 

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