Teresa Helbig: “Mi trabajo es otra forma de trascender”

Entrevista con la diseñadora catalana

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ÁNGELES LÓPEZ | La pasión es su motor. Es trabajadora, constante y le gusta que la mujer sea femenina. Puntada a puntada, con entusiasmo, esta diseñadora catalana ha bordado una de las carreras más sólidas de nuestra moda. Dos décadas en las que no ha dejado de ser fiel a sí misma y en las que ha vestido a personalidades como Taylor Swift o Halle Berry. Desfilará el 22 de febrero en la Fashion Week Madrid.

PREGUNTA.- Hacer un traje de novia, ¿es como vivir un “cuento” con ellas: compartir sus historias, sus intimidades…?

RESPUESTA.- Es un privilegio del que soy muy consciente. Es, quizá, el vestido más importante de su vida, y tenemos el honor de crearlo.

P.- También vende en países árabes. ¿Tiene que adaptar muchas cosas a su estética?

R.- Lo que vemos en la pasarela y lo que la clienta necesita siempre difiere en detalles, pero no solo en Oriente, sino también aquí. Hay quien no desea mostrar mucho los brazos, o no le gusta la minifalda, o es más decorosa con el escote. Es más una cuestión de gustos que de nacionalidad. Quien viene a buscarnos conoce bien nuestro estilo y nuestra apuesta estética, y la esencia Helbig permanece intacta, más allá de la altura de un dobladillo.

P.- Hacen cosas preciosas y, al final, la mayoría se decanta por vestir de negro, con sobriedad. ¿No le da rabia que arriesguemos tan poco?

R.- La moda invita a soñar, pero luego está la vida real. Tenemos hijos, llegamos tarde, vamos cargadas como mulas… Entiendo que prime la comodidad y la discreción. Cuanto más sabe una de moda, más y mejor busca, y no se conforma con menos. No todos tenemos los mismos intereses, y la moda no es la prioridad de muchos de los ciudadanos.

P.- ¿Qué podremos ver en su próxima colección?

R.- Te lo puedo resumir en una palabra: audacia.

P.- Su madre es su consejera. ¿Se trabaja bien en familia?

R.- Mi madre fue y sigue siendo mi mejor maestra. Sabe antes que yo dónde está el error. Tiene muy buen gusto, me fío por completo de sus apuntes. Siempre se sale con la suya, claro, pero porque ha quedado demostrado muchas veces que sabe de lo que habla. A veces temo que la suya sea una raza de modistas en extinción. No sé si las generaciones jóvenes tienen esa capacidad de sacrificio.

P.- ¿Qué opinión le merece el papa Francisco?

R.- Tiene las ideas claras, es valiente, y eso ya me parece mucho. Se ha posicionado en temas espinosos y está siempre abierto al diálogo. Esto es algo que cualquiera puede ver, sea religioso o no. Se declaró en contra de juzgar al prójimo, de la obsesión por la jerarquía y por escalar a costa de otros; acusa a la globalización de promover la indiferencia hacia lo que pasa más cerca de nosotros. Ha hablado claro sobre el aborto, los gais, la eutanasia, los preservativos, la pederastia dentro de la Iglesia, la violencia doméstica… No esquiva ninguna cuestión que le plantean.

P.- Los creativos suelen tener un elevado sentido de la trascendencia…

R.- Me gusta pensar, sin querer resultar vanidosa, que mi trabajo es lo que quedará cuando yo no esté. Todas las personas a las que mi equipo y yo hemos hecho felices nos recordarán, y hay prendas que serán heredadas de una generación a otra, como ya ha ocurrido. Es otra manera de trascender, de dejar una pequeña huella. Yo seguiré viviendo mientras alguien vista lo que mis manos han cosido.

Dicto sentencia

  • Todo empezó cuando la dueña de una de las tiendas en las que trabajaba la invitó a su boda. Teresa acudió con un maravilloso vestido de plumas que ella misma diseñó y su madre cosió. Cuando vieron aquella creación le empezaron a llover las ofertas hasta que le propusieron crear una colección.
  • “Teresa Helbig somos todos, mi equipo, y sin una madre como la que yo tengo, no habría sido lo que soy ahora. Mi padre, por su parte, me inculcó el esfuerzo y la tenacidad”.

En el nº 2.975 de Vida Nueva

 

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