Monjas supuestamente retenidas: “Nos presionaron para que no volviéramos al convento”

Dos de las cinco religiosas mercedarias indias han regresado al cenobio

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Tres de las hermanas pasean por el convento gallego

RUBÉN CRUZ | Las Madres Mercedarias de Santiago recibieron el 23 de enero una visita inesperada. Por el torno del convento, una comisión judicial traía una orden de la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la capital gallega, Ana López-Suevos, en la que se concedía a la madre superiora una hora para que dejara salir a cinco monjas de nacionalidad india. ¿El motivo? Una denuncia de una exreligiosa india que salió del convento hace dos años.

Según esta joven, sus compañeras permanecían retenidas contra su voluntad bajo engaños y amenazas. Este relato propició que la jueza apreciara indicios de delitos de detención ilegal, contra la integridad moral, amenazas y coacciones. Tras la declaración en sede judicial de las cinco religiosas, tres de ellas decidieron no regresar al cenobio y otras dos sí. “Nos presionaron para que no volviéramos al convento”, dijeron las dos monjas en su comunidad, según ha podido saber Vida Nueva.

La denuncia “no responde a la realidad”

La denunciante, cuyo relato ha sido adelantado por eldiario.es, sostiene que la madre superiora las amenazaba con deportarlas si abandonaban el convento.

No obstante, ninguna de las monjas, que llevan en el convento más de 15 años, ha querido denunciar a la madre superiora, de la que dijeron que es “muy buena persona”. Por tanto, para que el caso siga adelante tendría que intervenir la Fiscalía. Mientras, las tres religiosas se encuentran ahora custodiadas por los servicios sociales.

“Cuando llevaba 13 años en el convento no aguantó más e hizo verbal su deseo de dejar los votos eclesiásticos, pero la madre superiora le manifestó que ella nunca se marcharía de allí mientras siguiese viva, y que si intentaba dejar los votos la meterían en un avión y anularían sus tarjetas para que no pudiera quedarse en España”, recoge el acta de su declaración.

Fuentes muy cercanas a las monjas, consultadas por este semanario, mantienen que “la denuncia tiene muy mala fe y no responde a la realidad”. En 2014, la madre de la denunciante enfermó, y la superiora le concedió un permiso para que viajara a la India. Volvió a España, pero no al convento.

Las explicaciones del Arzobispado

A través de un comunicado, el Arzobispado de Santiago aclara que “en torno al verano pasado, dos religiosas originarias de la India inician un proceso de discernimiento, planteándose incluso la posibilidad de dejar la comunidad. De hecho, ambas así lo solicitaron formalmente el 14 de enero a la superiora del convento, que dio curso a la solicitud. En ningún caso, las dos religiosas que solicitaron la exclaustración y dispensa de votos pidieron abandonar la comunidad antes de realizados dichos trámites; al menos nunca lo hicieron constar a la autoridad diocesana”.

La documentación quedó concluida a nivel diocesano el 21 de enero y “los trámites en curso seguían un ritmo realmente rápido”.

Sobre la dispensa de votos

José Antonio Fuentes, profesor de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra, explica a esta revista que cuando una monja decide pedir la dispensa de votos tiene que hacerlo a través de una carta que su superiora hace llegar a la Santa Sede, previo paso por la diócesis. Sin embargo, “nada obliga a las religiosas a quedarse en el convento, porque las ampara el ordenamiento jurídico español”.

Por otro lado, el Arzobispado también indica que “las mercedarias que proceden de fuera de España, cada siete años, viajan a sus países de origen por un período de dos meses. De hecho, dos de las religiosas que ahora dejaron la comunidad, hace un año y medio estuvieron con sus familias y regresaron libre y voluntariamente”.

Intramuros, el resto de hermanas continúa lavando y planchando ornamentos litúrgicos, confeccionando mantelería, bordando y cuidando el huerto mientras pasa la tormenta mediática.

En el nº 2.974 de Vida Nueva

 

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