Juan José Padilla: "No creo conocer a toreros ateos"

Entrevista con el torero, conocido como el ‘Ciclón de Jerez’

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Juan José Padilla: “No creo conocer a toreros ateos” [extracto]

ÁNGELES LÓPEZ | Tiene un arcano. Todo él lo es. Tanto en la cuenca de su ojo vacío como en la ventana de su colmado corazón. Torero de duros encastes, hombre al que nunca le asustó la proximidad de la muerte y privilegiado por gozar de dos nacimientos. Diestro que recita una tauromaquia llena de cadencia y profundidad, el que más plazas acaricia… Con el hombre secreto, el afable amigo, el maestro del albero, el Ciclón de Jerez, intentamos descifrar la cara oculta de su mirada.

PREGUNTA.- Estamos a punto de arrancar la temporada, ¿cómo se presenta?

RESPUESTA.- Me siento feliz por la buena temporada del 2015 que Dios me ha brindado y por las perspectivas en toda Latinoamérica. En cuanto al número de corridas, dejo que fluya… Desde mi percance en Zaragoza hay mayor demanda por las empresas y la afición.

P.- 21 años y 22 temporadas, ¿es consciente de que se ha convertido en referente de muchas personas que han perdido la esperanza?

R.- No siento ser referente de nada y menos de nadie. He sentido el cariño, apoyo y respeto de toda la sociedad y, fundamentalmente, de mi mujer e hijos, padres y hermanos y eso ha hecho que luche por volver a la normalidad, afrontar mi profesión y cumplir las obligaciones que tengo como padre. Me quise demostrar a mí mismo que con constancia, esfuerzo y tenacidad todo se puede lograr en la vida, y no quiero olvidarme de los grandes doctores que siempre estuvieron y están al frente.

P.- Ha tenido a la muerte de frente en muchas ocasiones, ¿qué cara tiene?

R.- En esos segundos he sentido que tenía y debía entregarme a Dios, pues de todos los graves percances vividos me ha vuelto la cara la muerte, eso querrá decir que Dios aún me prefiere por aquí abajo (ríe).

P.- ¿Ya no se siente miedo?

R.- ¡Siempre! Antes, durante y después, porque esto nunca se acaba.

“Plenamente feliz”

P.- ¿Ha merecido la pena todo lo que ha pasado Juan José Padilla?

R.- Cien veces que naciera, cien veces que volvería a querer ser torero y llevar la vida que llevo. Soy un hombre plenamente feliz.

P.- ¿El ‘Ciclón de Jerez’ es más ciclón que nunca?

R.- El Ciclón de Jerez seguirá soplando mientras Dios me dé fuerzas.

P.- Su mujer y sus hijos son su equilibro, ¿podría definirme qué es la familia?

R.- A la familia la definiría como los pilares y la base en la que he ido construyendo el universo de mis sueños, dentro y fuera de la plaza.

P.- La fe ocupa un lugar primordial en su vida, ¿se siente capaz de expresar los motivos por los que cree?

R.- Si algo se consigue en la vida no es por casualidad, se debe a la ayuda del Altísimo. Las personas de fe se lo debemos al Señor y también se lo ofrecemos. Hablar con Dios me genera la paz que necesito, como el aire que respiro.

P.- ¿Es de los matadores que viajan con una capilla, estampas… o todo es menos estereotipado?

R.- Yo, desde mi compromiso con Dios, siempre lo tengo presente, aunque tradicionalmente se lleva una capilla con las imágenes de mayor devoción.

P.- ¿Ha conocido a toreros ateos, o “eso no es posible”, como diría mi abuela?

R.- No hay nada imposible –y todo es respetable–, pero no creo conocer a toreros ateos, que no entren en una capilla a rezar. No significa que no lo dejen de hacer en cualquier momento.

P.- ¿Cómo está siguiendo la apertura católica y el pontificado rompedor del papa Francisco?

R.- Me parece de lo más sencillo, humilde y humano. Su labor es tremendamente admirable para la gran mayoría de la sociedad: dando testimonio de Dios y ayudando a los necesitados.

Dicto sentencia

“Un ole para un torero es la mejor banda sonora de nuestra vida. No te cambiarías por nadie en ese momento”.
“El sufrimiento es parte de la gloria. No solo lo pienso, además lo demuestro. No creo que nadie consiga nada sin esfuerzo y con sufrimiento, luego la Gloria está asegurada…”.
“Me siento un hombre muy afortunado por poder mirarme al espejo”.
“A través del toro se mueve un sector socioeconómico muy importante. Veo una falta de respeto los pitos y gritos que recibimos por parte de los antitaurinos. Solo queremos que nos dejan realizar nuestra profesión, una labor digna”

En el nº 2.974 de Vida Nueva