CEE: “Europa puede recibir a muchos más refugiados”

El Episcopado español pide “no permanecer indiferentes” y responder a esta crisis “con misericordia”

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Ciriaco Benavente, en la presentación de la campaña ‘La respuesta del Evangelio de la misericordia’

JOSÉ LORENZO | ‘Refugiado’ ha sido la palabra del año 2015 para la Fundación del Español Urgente, y en meras palabras se están quedando las políticas acordadas por la Unión Europea para hacer frente a la riada de personas que siguen llegando a sus fronteras huyendo de las guerras. Por eso, en vísperas de la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, que se celebra el 17 de enero, la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal señala que “no podemos permanecer indiferentes ante este fenómeno”.

Un riesgo evidente pues, como señaló el obispo responsable de esta pastoral, Ciriaco Benavente, en la presentación de la campaña cuyo lema es La respuesta del Evangelio de la misericordia, tras “la conmoción en España y Europa” que generó la imagen de la muerte del pequeño Aylan, produciendo una oleada de solidaridad, “han pasado los meses y parece que el problema se ha solucionado. Pero sigue ahí, empeorándose. Y queremos que este problema no se duerma ni que la sociedad siga indiferente”.

En este sentido, el también obispo de Albacete pidió a los medios de comunicación que ayuden “a desenmascarar los falsos prejuicios sobre la inmigración”, apuntando que Europa ha vivido la llegada de 700.000 refugiados “como una avalancha, cuando en España hubo momentos en que recibíamos a 600.000”. “Europa puede recibir a muchos más”, enfatizó el pastor, quien apeló “al derecho a no emigrar, a permanecer en la propia tierra y a disponer de los elementos necesarios para vivir una vida humana digna”, en lo que quiso ser “una llamada a la ayuda al desarrollo de esos países”.

Preguntado por esos medios de comunicación sobre cómo valoraba la Iglesia la acogida dada por las autoridades a la petición de asilo de esos miles de refugiados que huyen de la guerra en Siria, José Luis Pinilla, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones, aseguró que la respuesta europea y española “no ha sido la adecuada”, y la comparó con la que dan países como Jordania o Líbano, “que, con una renta per cápita mucho menor, están soportando una presión en el número de refugiados mucho mayor”.

El obispo de Albacete ha visto en este proceso una “conversión”, en donde los países europeos “en principio eran reacios, también España”, a abrir sus puertas. En un segundo momento, sobre todo gracias al “ejemplo estimulante” dado por la canciller alemana Angela Merkel, la situación habría mejorado, “aunque hay otros países que tienen muchos pasos que dar”, afirmó Benavente.

Lo que le chirría al obispo

“La Iglesia ha tenido una tarea muy importante en la acogida a refugiados, y a quienes están en una situación incluso peor que ellos. Me ha chirriado un poco que en muchos ayuntamientos se colgasen carteles dando la bienvenida a los refugiados, pero sin darse cuenta de que, a veces, en las afueras de esas ciudades, tienen asentamientos de los que no se ocupan”, afirmó con contundencia Ciriaco Benanvente.

El obispo quiso añadir que también en esos lugares “está la Iglesia, con sus voluntarios. No hay congregación, por pequeña que sea, que no tenga pisos abiertos para la acogida de refugiados e inmigrantes, también irregulares. La respuesta de la Iglesia ha sido muy generosa. Y rápida. Pero no me siento tan gozoso en que queramos dar una respuesta rápida y luego permanezcamos pasivos en situaciones que están padeciendo otras personas en situaciones muy difíciles, como los inmigrantes irregulares. La Iglesia no hace distinción y deja al margen a los que llegan no como refugiados, pero sí huyendo del hambre”.

En el nº 2.972 de Vida Nueva

 

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