Franciscanos Internacional llama a erradicar la pobreza en 2030

La organización apoya la Agenda de Desarrollo Sostenible de la ONU

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Una mujer sin hogar en las calles de Los Ángeles, EE.UU.

M. Á. MALAVIA | El 17 de diciembre en la Santa Sede, fue presentado el Manual para la aplicación de los principios rectores de la ONU sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, obra de Franciscanos Internacional para, en el Año de la Misericordia, concienciar sobre la pobreza en clave de violación de derechos humanos, recogiendo los ejes vertebradores con los que la ONU expone las actitudes necesarias para erradicar la pobreza mundial antes de 2030, como exige la Agenda de Desarrollo Sostenible.

Presente en la rueda de prensa junto al obispo brasileño franciscano de Óbidos, Bernardo Johannes Bahlmann (quien clamó por una alianza climática para salvaguardar el Amazonas); el secretario general de Caritas Internationalis, Michel Roy; el ministro general de la Orden Franciscana de los Frailes Menores, Michael A. Perry; y el delegado de ATD Cuarto Mundo, Jean Tonglet; Francesca Restifo, directora de Franciscanos International, defendió que “la eliminación de la pobreza extrema no representa solamente un deber moral, sino que también es una obligación legal, en virtud de la normativa internacional vigente”.

“La pobreza extrema –añadió– no es solo una cuestión económica; es un fenómeno multidimensional que incluye tanto la falta de ingresos económicos como de las capacidades básicas para vivir con dignidad”; una situación que “no es inevitable” y que, en buena parte, es “creada, fomentada y perpetuada por las acciones y omisiones de los estados y otros agentes”.

Derechos sin amor

Michel Roy recalcó que manual es “una señal fuerte” en el Año de la Misericordia: “Los derechos sin amor se vuelven secos, no contribuyen a construir una humanidad en toda su dimensión. (…) Amor y misericordia se inspiran en la justicia, incitando, motivando la justicia”. Entre las reivindicaciones del manual, está la llamada a que “todos los estados rindan cuentas” en lo relativo a la defensa de “todas las personas como titulares de derechos”. Y es que, se enfatiza, la pobreza extrema es “una violación de los derechos humanos”, y como tal ha de ser combatida.

En el nº 2.970 de Vida Nueva

 

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