JESÚS SÁNCHEZ CAMACHO | Profesor CES Don Bosco
En su nº 502 (25 de diciembre de 1965), Vida Nueva señala en portada el gran escándalo de la Navidad: los 40.000 millones de pesetas que los españoles se gastan para celebrar el nacimiento de Jesús. Frente esa cifra, se alude a situaciones de extrema pobreza en España y en el resto del mundo.
Esta vez, los resultados electorales no han sido un escándalo para los ciudadanos que están padeciendo la metástasis de la crisis económica y la corrupción política en forma de desempleo. Por el contrario, para ellos, las elecciones han significado una fuente de esperanza. Pero los partidos políticos, anclados en décadas de bipartidismo, han interpretado los resultados como un desmesurado escándalo. El acomodo de PP y PSOE ha cosechado un 50,8% de los votos del 20-D. Por ello, no solo van a tener que extremar sus criterios de transparencia, sino que se verán obligados a ponerse al nivel de los demás para negociar acuerdos que puedan cimentar un gobierno estable.
El año nuevo abre una puerta de esperanza, sin precedentes, en nuestros 37 años de historia constitucional. Partidos acostumbrados a hacer de su capa un sayo han de aprender a convivir. Así sucede en veinticuatro de los veintiocho miembros de la UE. Y así sucederá en España si los partidos políticos demuestran que tienen suficiente madurez como para despojarse de sus intereses particulares, y apostar y decidir por el futuro de su país.
En el nº 2.970 de Vida Nueva
