El obispo de Mallorca se defiende ante el clero tras ser acusado de tener una relación sentimental
R. CRUZ | El pasado 8 de diciembre saltó la noticia: el obispo de Mallorca, Javier Salinas, acusado por el marido de una feligresa de mantener una relación íntima con la mujer. “El obispo nos dijo que la Santa Sede le ha transmitido su apoyo después de escuchar sus explicaciones”, comenta una persona de su entorno a Vida Nueva. Además, dice que pone la mano en el fuego por la inocencia de Salinas.
Tras la información del Diario de Mallorca, el obispado lanzó un escueto comunicado en el que advertían que Salinas “no tiene conciencia de haber actuado en contra de la doctrina de la Iglesia”. El mismo comunicado rezaba que el prelado pasó cuatro días en Roma a comienzos de mes para tratar asuntos patrimoniales. No obstante, días más tarde el propio obispo lo desmentía: “Me he reunido con la Congregación para los obispos. Mentí porque me impusieron silencio”.
Y es que estos cuentan con un informe de 79 folios realizados, a petición del denunciante Mariano de España, por un detective privado. En el mismo se adjuntan fotografías de los continuos encuentros y facturas telefónicas que muestran largas horas de conversación. No obstante, ninguna fotografía en actitud cariñosa. De España se reunió en Madrid con Renzo Fratini, a quien le presentó el dossier, que el nuncio envió posteriormente a la Santa Sede.
En un primer momento, los sacerdotes de la diócesis afrontaban con desánimo la acusación contra su pastor. Sin embargo, “las reuniones con el Colegio de Consultores y con el Consejo presbiteral, en las que el obispo se explicó, se tradujeron en un apoyo prácticamente unánime”, señalan desde su entorno.
Más contundencia
“Su problema es que no es un tipo de obispo al que estamos acostumbrados. Quizá no debería ser tan cercano y no permitir que se le tutee o que le llamemos ‘Javi’…”, indica. Asimismo, remarca que “sus asesores le han recriminado que no haya sido más contundente, también se lo han dicho desde el Episcopado”. Al tiempo, sus personas de confianza le invitan a que demande a Mariano de España por calumniarlo.
Por su parte, la acusada por su propio marido de mantener una relación con el obispo es Sonia Valenzuela, que ejerció de secretaria adjunta para Asuntos Institucionales del prelado durante dos meses. En este tiempo firmó un convenio con una universidad latinoamericana para el intercambio de estudiantes y docentes.
En el nº 2.969 de Vida Nueva
