Continúa el proceso penal contra Vallejo, Chaouqui, Nuzzi, Fittipaldi y Nicola di Maio
Chaouqui, a su llegada al tribunal
ANTONIO PELAYO (ROMA) | Las portadas de L’Espresso y Panorama coinciden: “La Italia de la papisa” y “Los secretos de la mujer que pone al Papa en aprietos”, titulan. Como vemos, los medios se han entregado con un entusiasmo digno de mejor causa a “destripar” las intrigas y chantajes del terremoto ‘Vatileaks 2’. Francesca Immacolata Chaouqui contribuye con revelaciones varias y los autores de los libros-escándalo, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, no le van a la zaga. ¿Resultado? Un zafarrancho donde se mezclan errores, mentiras y exageraciones carentes de toda lógica.
El 7 de diciembre tuvo lugar la tercera audiencia del proceso penal. Estaban presentes los cinco acusados –Lucio Ángel Vallejo, Chaouqui, Nuzzi, Fittipaldi y el secretario del monseñor español, Nicola di Maio–.Cuando se esperaba que comenzaran los interrogatorios, la sesión estuvo dedicada a la exposición por parte de los abogados defensores de una serie de peticiones sobre los que el fiscal expuso su parecer. Casi una hora duró este ejercicio procesal, al final del cual el Tribunal se retiró para deliberar. Según un comunicado de la Sala de Prensa, algunas de sus decisiones fueron estas:
“Se ha rechazado la objeción, presentada por la defensa de Chaouqui sobre la carencia de jurisdición del Tribunal, tratándose de hechos acaecidos en Italia y de una persona que se ha declarado ‘refugiada política’ en Italia. Las leyes en vigor atribuyen sin incertidumbres la jurisdicción al Tribunal del Estado vaticano (…). Se ha rechazado la petición, presentada por la defensa de Vallejo Balda, de una pericia psicológica del acusado. El fiscal ha explicado cómo el ordenamiento vaticano admite peticiones de ‘pericia psiquiátrica’, pero no de ‘pericia psicológica’”.
Las peticiones aceptadas por el Tribunal son: una investigación pericial informática (pedida por Chaouqui) sobre la documentación disponible a través de ordenadores, portátiles y teléfonos; la adquisición de diversa documentación y pruebas pedidas por varios abogados defensores; y que sean convocados como testigos una serie de personas, incluidos los cardenales Pietro Parolin y Santos Abril, secretario de Estado vaticano y presidente de la Comisión de Vigilancia del IOR, respectivamente, así como el actual limosnero de Su Santidad, Konrad Krajewski, y diferentes personalidades del mundo periodístico.
En el nº 2.968 de Vida Nueva
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