¡Vivir!

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Keep rocking (sigue rockeando). Oídas en la radio, estas palabras de un superviviente del concierto de la sala Bataclan rozaban lo jactancioso. Pero decían algo importante. No debemos dejar de vivir, tras los bárbaros ataques perpetrados la tarde-noche del viernes 13 en París y en Saint-Denis. Es preciso adoptar las precauciones que se imponen y observar las consignas dadas por las fuerzas de seguridad. Pero hay que continuar viviendo, para no someterse al terror. Se lo debemos a las víctimas de esta locura. Nos lo debemos a nosotros mismos. Contra la que se ha atentado es contra una sociedad abierta en la que se puede circular con libertad, compartir el placer de una comida o la alegría de un concierto. No ofrezcamos a los terroristas la victoria que supondría encerrarnos en nosotros mismos.

Es muy cierto que hay miedo. Sería absurdo negarlo. Hay que aprender a vivir con él. Porque es un combate a largo plazo el que se debe llevar a cabo contra el islamismo asesino. Francia y sus recursos militares están comprometidos en acciones armadas para vencer al Estado Islámico de Irán y Siria (Daesh). Y eso provoca, como reacción, operaciones terroristas como las realizadas en París. La tentación se manifestaría en retirarse de la batalla para hacer que disminuyera la amenaza en nuestro suelo. Será necesario resistir. No se puede ceder ante una barbarie como esta.

Sin embargo, esta confrontación no debe llevarnos a ceder a la tentación del odio. Era conmovedor escuchar el viernes por la noche a Barack Obama pronunciar en francés las palabras de nuestra divisa republicana, especialmente la última de ellas: fraternidad. No conseguiremos ninguna victoria duradera sobre el terrorismo si le hacemos un hueco al rechazo del otro. Esperamos de los musulmanes de Francia que se aparten todavía más claramente de todo grupo que invoque su religión para asesinar. Pero también nos toca a nosotros salir a su encuentro y manifestarles nuestra confianza. Nuestro reto es el de la unidad.

Guillaume Goubert

Director del diario católico ‘La Croix’

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